España necesitará hasta siete años para ajustar el exceso de deuda del sector privado y ese proceso de saneamiento podría provocar un "período prolongado de crecimiento lento" que volverá a alejar la convergencia con el resto de países de la Eurozona, según ha alertado este jueves la Comisión Europea en su informe trimestral sobre la Zona euro.
El estudio destaca que España y otros países, como Irlanda o Grecia, experimentaron un mayor crecimiento que el resto de Estados miembros de la Eurozona gracias al "fuerte ciclo de crédito al sector privado". El resultado es que el endeudamiento del sector privado español (hogares y empresas) es 61 puntos superior a la media de los países del euro.
En el caso de Irlanda, la diferencia asciende a 118 puntos, mientras que la deuda privada de Portugal es 85 puntos superior a la media de la Zona euro, según los datos de Bruselas.
Siete años al ritmo de ahorro de 2009
Para reducir esta diferencia entre 30 y 40 puntos, España "necesitaría entre 5 y 7 años con un superávit del 6,1% del PIB", que es el superávit logrado por nuestro sector privado gracias al incremento del ahorro en 2009, afirma el informe.
Según el documento de Bruselas, Irlanda irá más rápido y necesitará sólo entre 3 y 4 años, si se asume que la velocidad del ajuste será del 11,4% del PIB anual, que fue el superávit de su sector privado el año pasado.
"Los países endeudados podrían sufrir un período prolongado de crecimiento lento", por lo que el ajuste de ese exceso de deuda privada puede convertirse en un proceso prolongado, lo que implicará a su vez "largos períodos de débil demanda doméstica y una importante reestructuración en el lado de la oferta", avisa el Ejecutivo comunitario.
Para evitar que los indicadores económicos de estos países vuelvan a alejarse del resto de países de la Eurozona, Bruselas aconseja a España y a los otros Estados en su situación, "reformas estructurales dirigidas a aumentar la flexibilidad de salarios y precios, y a facilitar la reasignación de recursos" a los sectores económicos más productivos.
La deuda cambiará el equilibrio económico
También el semanario británico The Economist aborda en un informe especial el problema de la deuda acumulada por los países desarrollados que, según advierte, supondrá un "cambio en el equilibrio del poder económico" entre las naciones más ricas y las que están en desarrollo.
Uno de los artículos de ese especial, titulado "Arrepentíos del tiempo libre", asegura que el modelo de deuda financiada que ha permitido a los países del mundo desarrollado mantener su deseado nivel de gasto, "ha alcanzado su límite".
The Economist señala que la mayoría de las vías para hacer frente a la deuda pendiente "son difíciles de digerir". "Como ya se ha visto en Grecia e Irlanda, cada gobierno tendrá que encontrar su propia forma de reducir la carga", advierte.
En opinión de la revista británica, "manejar la montaña" generada por esta deuda va a ser "difícil" y puede provocar "varios años de austeridad y ralentización del crecimiento económico".
La publicación alerta de la "enorme carga" que supone la deuda contraída por consumidores, empresas y administraciones públicas en los últimos 25 años y cree que un gran número de países "se han metido en un pozo demasiado profundo como para poder salir".
El autor del reportaje, Philip Coggan, apunta también que "la encarnizada batalla entre los receptores de los préstamos y las entidades que los han concedido podría ser un hecho habitual para las próximas generaciones".
Ante esta situación, The Economist considera que la mejor solución para los países desarrollados es "trabajar sobre su deuda a través del crecimiento económico", aunque "para algunas economías desarrolladas, con grandes poblaciones de edad avanzada y grupos cada vez más reducidos en edad de trabajar, reducir la deuda puede ser un reto muy difícil de lograr", concluye el especial de la publicación.