La Unión Europea no quiere que los bancos dejen de pagar la factura de la crisis. Por eso los 27 han decidido en Bruselas imponer una tasa bancaria que ayude a sufragar los costos de la actual coyuntura económica.
Según ha dicho el presidente del Consejo, Herman Van Rompuy "contribuirá a un reparto equitativo del coste de la crisis financiera y dará mayor estabilidad al sistema financiero".
En Europa aunque no lo quiera el G-20
Será un impuesto que se promoverá a nivel europeo, aunque no está claro todavía el concepto sobre el que se va a aplicar. Pero lo más probable es que sea sobre los beneficios obtenidos por las entidades financieras.
Una idea que según ha dicho Van Rompuy se va a llevar la semana que viene a la reunión del G-20 para "discutirla con nuestros socios globales", aunque "si no hubiera consenso" los 27 han aceptado implícitamente "seguir adelante" con ella.
Es la posición común que va a mantener Europa durante la Cumbre en Toronto donde además van a proponer la creación de una tasa mundial sobre transacciones financieras (la llamada tasa Tobin), aunque éste sólo se aplicará si se consigue un consenso internacional.
Mensaje de unidad
Decisión histórica de la Unión Europea que para el presidente de la Comisión, Duaro Barroso, envía "una señal clara a los ciudadanos, nuestros socios y los mercados" del compromiso que tiene Europa para acabar con la actual situación.
Por eso, dice, espera que la semana que viene "nos gustaría ver el mismo grado de determinación en nuestros socios" del G-20, de manera que comience una reforma mundial del sistema financiero para proteger a las Naciones de futuras crisis económicas.
No para aquí la determinación Europea para poner fin a los malos augurios. Además se ha decidido fortalecer la gobernanza económica y el cumplimiento del Pacto de Estabilidad.
Sanciones a los incumplidores
Para ello el día 30 la Comisión va a hacer públicas una serie de ideas a este respecto que conlleven a instaurar el "nuevo gobierno económico", ha dicho Barroso, allá por el 2011.
Entre esas propuestas estará la creación del semestre europeo -armonizar los calendarios fiscales de todos los Estados y la publicación de Presupuestos-; la imposición de una mayor vigilancia de los presupuestos nacionales; y el cambio a la hora de tomar las variables que llevarán a decidir la deuda que tiene un país. La intención es que se contabilice la deuda tanto pública como privada (no como ahora que sólo se emplea la primera).
Todo ello acompañado por un "arsenal de incentivos y sanciones" a aquellos Estados que incumplan con el Pacto de Estabilidad e incurran en déficit. Una idea, por cierto, que el Presidente del Gobierno Rodríguez Zapatero ha dicho "ya había sugerido" al inicio del semestre de presidencia española de la UE.
Los 27 juntos
Algo que gusta al presidente francés, Nicolas Sarkozy, promotor de las mismas que ha celebrado, además, que "las palabras gobernanza económica" ya no son "tabú" en el conjunto de los 27. Sin embargo, considera que "la vigilancia debe ser más severa cuando un país es miembro de la zona euro que cuando no lo es".
Con él coincide Van Rompuy quien ha dicho que "se trabaja mejor todos juntos". De hecho ha explicado que será el Consejo Europeo el que marque "las principales líneas de actuación que luego se irán desarrollando".
Para dar transparencia a todo el proceso los 27 también han dado luz verde a que se publiquen los test de estrés a los que se ha sometido a los bancos europeos más importantes. A la cabeza, ha dicho Zapatero, están el Santander y el BBVA.
Europa 2020
Se va poco a poco vislumbrando el futuro económico de Europa. A él va a contribuir -y mucho- la futura estrategia Europa 2020 que ha visto luz verde este lunes.
Con ella "se pondrá en marcha la economía real", ha dicho Van Rompuy, y que contiene "objetivos concretos y amplios" -según Barroso- para crear una nueva economía sostenible, inclusiva e inteligente.
Satisfacción, por tanto, en el conjunto de la Unión Europea que ha conseguido celebrar su primer Consejo Europeo "normal" bajo el nuevo Tratado de Lisboa.
En él se ha despecido también a la Presidencia española que el próximo 1 de julio será relevada al frente de los designios de la Unión por Bélgica con cuyo primer ministro, Yves Leterme, se reúne este viernes el presidente del Consejo.