El director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, apoya plenamente el recorte del gasto público que ha realizado el Gobierno español y dice que "se ha hecho lo correcto".
Cree que aunque es "doloroso" era "absolutamente necesario" a corto plazo. Pero no basta. Son precisas reformas estructurales: en el mercado laboral, en las pensiones y en el sistema financiero.
En una entrevista concedida a TVE, Strauss-Kahn ha subrayado que "esas reformas son imprescindibles para impulsar el crecimiento económico" y solventar los problemas que padece España y Europa a medio plazo. Esa es la clave para zanjar los déficits y la deuda.
No se trata de flexibilidad sino de efectividad
El director del FMI matiza los requisitos que debe cumplir la reforma laboral, que negocian los agentes sociales contrarreloj. "No me gusta el término flexible, que tiene muchos significados, prefiero hablar de efectividad".
Strauss-Kahn desarrolla la diferencia. Cuando habla de efectividad se refiere a cómo se contrata en nuestro país y cómo se despide; al alto nivel de temporalidad que padece nuestro mercado de trabajo; a una alta tasa de paro incluso en épocas de bonanza.
El problema no es exclusivo de nuestro país, afecta a toda la Unión Europea. Y eso explica por qué el crecimiento económico ronda el 1% en la actualidad frente al mucho más sólido 3% que tiene Estados Unidos. Dos economías desarrolladas; no se trata de conseguir las altísimas tasas que experimentan los países emergentes como China, Brasil o India.
Las reformas estructurales que necesitamos deben ir acompañadas de un aumento de la productividad, de la inversión en I+D, de cierto "optimismo social", de liderazgo político. Strauss-Kahn, ciudadano francés, es consciente de que Europa no es una unión federal como EE.UU. Por eso cree que las propuestas de la Comisión para reforzar la coordinación de las políticas económicas van en la buena dirección.
No hay amenazas inmediatas para la eurozona
Pero todo esto son retos para el futuro. El director del FMI ha lanzado un mensaje de tranquilidad: "no veo hoy amenazas inmediatas a la eurozona". Strauss-Kahn da por zanjada la tempestad que se ha abatido sobre el euro en las últimas semanas. El "proyecto no está en peligro", insiste.
Cree que son "correctas y suficientes" las medidas adoptadas para defender la Unión Monetaria: la consolidación fiscal, el fondo de rescate, la intervención del BCE en los mercados.
Ahora, reitera, "hay que dar el segundo paso", el de las reformas estructurales para impulsar el crecimiento y la coordinación económica entre los miembros de la eurozona.
Y a nivel mundial, el FMI apuesta por crear dos nuevos impuestos en la cumbre del G20 de Toronto, el próximo mes de junio. Uno sobre los bancos, para nutrir un fondo de rescate y evitar que los contribuyentes vuelvan a pagar el pato. Y un segundo gravamen que frene las prácticas más arriesgadas, las mismas que nos llevaron a la peor crisis desde la Gran Depresión.