Los obispos de Bélgica han pedido perdón en nombre de los curas pedófilos a todas las víctimas de abusos sexuales tanto por la agresión como por el silencio mantenido al respecto, según recoge la prensa belga.
Los responsables de la Iglesia en Bélgica han difundido este mensaje mediante una carta dirigida a la comunidad católica del país.
"Pedimos perdón a todas las víctimas de abusos sexuales tanto por la agresión como por el tratamiento inadecuado de la cuestión", figura en la misiva. Los obispos aseguran además en la carta que "la seguridad y la protección de los niños" debe anteponerse a cualquier otra consideración.
El escándalo de los abusos en Bélgica cobró su grado máximo después de que el obispo de Brujas reconociese haber abusado de un menor de su entorno durante la década de los años ochenta, tras lo cual se registraron 300 denuncias de abusos.
El arzobispo de Malinas-Bruselas y jefe de los obispos belgas, Andre Joseph Leonard, ha prometido tras conocerse lo ocurrido "una política de tolerancia cero" en Bélgica.
Carta abierta
"Reconocemos que los responsables de la Iglesia no tomaron suficientemente conciencia de la magnitud del drama del abuso sexual sobre los menores y de sus secuelas", admiten los obispos.
Se lamentan, asimismo, de que la Iglesia antepusiese la reputación de la institución eclesial a la dignidad de las víctimas, porque al silenciar lo ocurrido los violadores contaron con nuevas oportunidades.
Los obispos aseguran que adoptarán "medidas concretas", entre las que figura la fijación de criterios más severos en la selección de los curas y el establecimiento de un código deontológico.
Animan, por último, a que la Iglesia belga haga examen de conciencia "para hacer evolucionar la manera en que sus miembros ejercen su autoridad"