Nueva jornada de intensos números rojos en todas las bolsas europeas, y de nuevo el mercado bursátil español se ha colocado en cabeza de las pérdidas. El Ibex 35 ha registrado este jueves una fuerte bajada del 2,93%, lo que le mantiene en los 9.300 puntos, muy lejos de ese nivel psicológico de los 10.000.
Todas las plazas bursátiles del continente abrieron este jueves con ganancias que parecían dejar atrás las sesiones negras vividas en los últimos días. Pero a media jornada, poco después de las 14:00 horas, todas han invertido su tendencia y han iniciado una rampa de bajada que les ha llevado a terminar con abultadas pérdidas.
El peor ha sido el FTSE Mib de Milán, que ha perdido un 5,32%. En Lisboa, el PSI 20 ha cedido un 1,98%, en París, el Cac 40 ha caído un 1,74%, y en Fráncfort, el Dax Xetra ha retrocedido un 0,66%. El FTSE 100 de Londres tampoco se ha librado y ha perdido un 1,52% en plena jornada electoral en Reino Unido.
Por su parte, la Bolsa de Atenas ha cerrado con ganancias moderadas, al avanzar su principal índice un 1,39%. Es la primera subida en más de una semana de duras caídas, como la de este miércoles, cuando retrocedió un 3,89% en medio de violentas protestas contra el plan de austeridad gubernamental, que concluyeron con tres muertos y decenas de heridos, además de cuantiosos daños materiales.
Grecia y el BCE
En el origen de estos retrocesos, de nuevo, la incertidumbre sobre Grecia y sobre si el plan de rescate preparado por los miembros de la Zona euro y el Fondo Monetario Internacional (FMI) bastará para evitar que los problemas se extiendan a otros países.
La resistencia mostrada por la población griega a las medidas de ahorro comprometidas por Atenas con la Comisión Europea y con el Fondo Monetario Internacional hacen, además, que las dudas sobre la implementación exitosa de las mismas prospere.
Pero este jueves, la gota que ha llevado a derramar el vaso de los mercados han sido las palabras del presidente del Banco Central Europeo (BCE). Jean-Claude Trichet ha descartado que se vaya a crear un procedimiento de insolvencia ordenada para los países, tal y como habían sugerido algunos estados.
Según la experta en divisas de Commerzbank, Antje Praefcke, esta declaración ha añadido presión al euro, pues denota que los instrumentos para la aplicación de las medidas de rescate no están listos. "Los mercados esperaban declaraciones claras y decisivas por parte de Trichet y no se han producido", ha explicado esta analista.
Además, Trichet ha respaldado la solvencia de España y Portugal. "Grecia y Portugal no están en el mismo barco, lo que resulta absolutamente obvio si se miran las cifras", ha señalado el economista francés antes de añadir que "España tampoco es Grecia".
Sin embargo, desde el Fondo Monetario Internacional se ha pedido a varios países como España, Italia, Irlanda o Portugal que aceleren las reformas estructurales necesarias.
Todo eso ha lastrado de nuevo al euro, cuya cotización ha marcado su nivel más bajo en 14 meses frente al dólar. El BCE ha fijado este jueves su cambio en 1,2727 dólares.
Lo peor se lo llevan los bancos
A esas declaraciones se ha añadido la advertencia de la agencia Moody's, que considera posible que la rebaja de la calificación de riesgo de los bancos griegos, por la debilidad de la deuda soberana del país, se contagie a entidades financieras de Portugal, España, Italia, Irlanda y el Reino Unido.
Con ese panorama, el sector bancario ha sido el más castigado en la sesión del jueves, al igual que en jornadad anteriores. El Banco Popular ha perdido un 5,67%, el BBVA ha cedido un 4,76%, el Santander se ha dejado un 4,59%, Bankinter ha retrocedido un 4,35% y Banesto ha bajado un 3,94%.
También las constructoras han salido mal paradas: Sacyr Vallehermoso ha sido el valor con mayor caída de todo el selectivo madrileño (-7,82%), mientras que Ferrovial ha caído un 5,42% y FCC ha perdido un 5,39%.
Nuevo máximo para la deuda española
Mientras, en los mercados de deuda el anuncio del BCE de que no recompraría deuda soberana ha impulsado mucho las ventas.
Al final, el diferencial entre la deuda pública española y la alemana, la de referencia en Europa, ha marcado este jueves un nuevo máximo al cierre del mercado, tras superar los 163 puntos básicos, la distancia más amplia entre los bonos de ambos países desde noviembre de 1996, hace casi 14 años.
Según los datos recogidos por EFE, el diferencial de la deuda pública española y la alemana se ha disparado debido a que la rentabilidad de los bonos españoles a 10 años se ha situado en el 4,410% (muy superior al 4,175% que marcaba a primera hora de la mañana) y la de Alemania en el 2,778%.
Pese a todo, el Tesoro español ha logrado colocar 2.345 millones de euros en bonos a cinco años , a un tipo medio del 3,532%, lo que supone un interés superior al 2,81% de la anterior emisión, cuando se captaron 4.500 millones.
El diferencial de la deuda de Grecia con la alemana ha registrado también un nuevo máximo al alcanzar 738 puntos básicos, mientras que la de Portugal ha marcado 331 puntos básicos.