El ex ministro de Economía argentino José Alfredo Martínez de Hoz, considerado el ideólogo de la dictadura militar, ha sido arrestado este martes por un secuestro cometido en 1976.
El arresto se produce una semana después de que la Corte Suprema declarara inconstitucionales los indultos concedidos en 1990 a Martínez de Hoz y a Jorge Videla, el primero de los cuatro presidentes de la dictadura que se extendió de 1976 a 1983.
Horas después de dictarse la detención, el ex ministro, de 84 años, ha sido trasladado a última hora del martes desde su domicilio de Buenos Aires a una clínica privada para verificar su estado de salud.
De Hoz está procesado por la causa que investiga el secuestro durante cinco meses entre 1976 y 1977 de los empresarios Federico y Miguel Gutheim (padre e hijo), propietarios de la algodonera Sabeco. Tras su rapto fueron obligados a firmar contratos comerciales con Hong Kong que le eran muy favorables a la dictadura, según la acusación.
El secretario argentino de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, ha valorado la celeridad con la que el juez federal Norberto Oyarbide ha actuado.
Pieza clave del régimen
"Es un acto trascendente de justicia haber dictado la prisión preventiva y ordenado la detención de quien fuera responsable de actividades ilícitas, pero al mismo tiempo del plan económico que asoló Argentina durante 25 años", ha dicho.
En un anuncio publicado la semana pasada por la prensa de Buenos Aires, Martínez de Hoz dijo ser víctima de una "persecución interminable" desde que el anterior jefe del Estado, Néstor Kirchner, pidió su encarcelamiento en el 2006.
El ex alto cargo del régimen se benefició junto a Videla del indulto concedido por el ex presidente Carlos Menem. A diferencia del dictador, que está en prisión, él nunca fue juzgado, según France Presse
Como ministro de Economía de 1976 a 1981, fue el artícife de la política ultraliberal, responsable de la quiebra de numerosas empresas, de la desindustrialización del país y de un gran crecimiento del paro, añade la agencia.
Durante la última dictadura hubo 30.000 desaparecidos, mientras que 500 niños, hijos de desaparecidos, fueron robados por represores o sus cómplices, según organismos de derechos humanos.
Hace dos semanas fue condenado a 25 años de prisión el último presidente de ese periodo, Reynaldo Bignone, por secuestros y torturas a prisioneros políticos.