El Ejército mexicano se replegará paulatinamente de Ciudad Juárez, epicentro del combate entre el Estado y los cárteles que controlan el tráfico de drogas, para ceder el mantenimiento del orden público a la Policía Federal y al resto de cuerpos de seguridad estatales y municipales.
La medida, anunciada esta madrugada por la Secretaría de Comunicación mexicana, se enmarca en un plan de seguridad para la ciudad fronteriza con Estados Unidos llamado Todos somos Juárez, aunque responde en gran parte a que los soldados no han logrado frenar la violencia, al tiempo que recibían graves acusaciones de violar los derechos humanos.
La decisión no implica una retirada inmediata de los alrededor de 6.000 militares con los que cuenta el operativo en Ciudad Juárez, sino que el Ejército se irá retirando poco a poco de las calles y seguirá prestando apoyo a la policía municipal en tareas de adiestramiento y depuración de agentes a sueldo de las organizaciones narcotraficantes.
El mando será asumido a partir de ahora por la Policía Federal, que contará con 4.500 agentes en la ciudad, y posteriormente por la estatal, que tendrá 200, y la municipal, con 1.800.
"La presencia y responsabilidad que asumirá gradualmente la Policía Federal será de manera temporal, hasta que autoridades municipales y estatales puedan recuperar la capacidad operativa e institucional", se podía leer en el comunicado, según recoge el diario El Universal.
Despliegue infructuoso
El despliegue del Ejército de Ciudad Juárez fue una medida adoptada por el presidente del país, Felipe Calderón, para frenar la ola de asesinatos relacionados con el narcotráfico que azotan la localidad desde hace años.
Lo ha dicho el presidente Calderón en una tensa visita a esta localidad fronteriza con Estados Unidos donde, sólo en lo que va de año, han muertos asesinadas más de 300 personas.
Sin embargo, el despliegue militar ha sido muy criticado por la población de la ciudad, que considera que la presencia de los militares espolea en lugar de limitar la violencia asociada al narcotráfico, como parece indicar el incremento de muertes producidas desde que se inició el despliegue, en 2006.
Los homicidios cometidos en el primer trimestre de este año se han incrementado un 38,6% sobre el mismo periodo de 2009, según un seguimiento periodístico basado en información oficial de la fiscalía estatal.
En total durante los primeros tres meses de 2010, en la urbe han perdido la vida en acciones violentas 628 personas, de las cuales 53 son mujeres (28 de ellas solo en marzo) y 575 hombres. En 2009 los fallecidos en el primer trimestre por causas violentas sumaron 453, cifra 38,6% superior al mismo periodo 2010.
La violencia en Ciudad Juárez se ha agudizado desde 2008, cuando las cifras de muertos atribuidos al crimen organizado llevaron a calificar a esta urbe como la más violenta del país, un estigma que no se ha podido sacudir la localidad pese a la presencia de miles de militares y agentes federales.