La venganza se sirve fría y, en este caso, en apenas dos meses. Tras lograr ser absuelto por el caso Clearstream, Dominique de Villepin no ha tardado ni 24 horas en aprovechar la derrota electoral de su rival antagónico, Nicolás Sarkozy, para anunciar la creación de un partido nuevo en la derecha francesa que atraiga a los descontentos con el presidente francés.
Un diputado de la Unión por la Mayoría Presidencial (UMP) próximo al ex primer ministro ha anunciado que lanzará el próximo mes de junio un nuevo partido político que se presentaría a las presidenciales de 2012, lo que podría comprometer seriamente las opciones de reelección de Sarkozy.
Villepin, primer ministro entre 2005 y 2007 bajo el mandato de Jacques Chirac había ya hecho saber que anunciaría el jueves la creación de un "nuevo movimiento al servicio de los franceses".
Factor electoral
Aunque nunca se ha enfrentado a las urnas, Villepin podría tener hasta un 8% de intención de voto en una primera vuelta presidencial e incluso es preferido por los votantes de la UMP como candidato, por delante de Sarkozy y su primer ministro Fillon.
"Este jueves y en las semanas siguientes, Dominique de Villepin va a presentar a los franceses un nuevo proyecto, una alternativa a 2012", ha confirmado a radio France Inter François Goulard, diputado próximo a Villepin.
Goulard ha precisado que este "nuevo partido político" que "no tiene nombre por el momento" será creado oficialmente " en el mes de junio".
"Si tenemos un problema no es esta o aquella reforma ni la mayoría, es simplemente Nicolás Sarkozy, es él el que ha sufrido un revés, es él y su método y su estilo lo que es rechazado por una parte de nuestro electorado", ha añadido el diputado, que ha denunciado "la concentración de poder en manos de un solo hombre".
Enfrentamiento judicial
Rivales en la carrera por la sucesión de Jacques Chirac, Dominique de Villapin y Nicolás Sarkozy se enfrentaron recientemente en un proceso judicial por el caso Clearstream, una maquinación política basada en la falsificación de listados bancarios para desacreditar a Sarkozy antes de las elecciones de 2007.
Aunque el juez condenó a algunos implicados en la trama, consideró que Villepin, acusado por denuncia calumniosa, no era culpable de ningún cargo, aunque la sentencia ha sido recurrida por la Fiscalía.
Villepin se declaró perseguido por "el resentimiento" de Nicolás Sarkozy, que decidió personarse en el proceso como acusación particular.