A hombros de gigantes
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El químico y mineralogista sueco Georg Brandt nació en Riddar-hyttan el 26 de junio de 1694. Hijo de un antiguo propietario de minas y farmacéutico, heredó de su padre el interés por la química y la metalurgia y desde pequeño participó con él en experimentos en estos campos.
Continuó sus estudios en la Universidad de Uppsala y trabajó para el Consejo de Minas. Convencido de que necesitaba una formación más amplia en Ciencias Naturales, viajó al extranjero. Estudió Química en Leiden y se licenció en Medicina en la Universidad de Reims, aunque nunca llegó a ejercer esta profesión. A su regreso a Suecia, se detuvo en las montañas alemanas de Harz, donde estudió minería y fundición.
Cuando llegó a casa, fue nombrado director del laboratorio químico del Consejo de Minas y poco después, en 1730, fue nombrado director de la Real Casa de la Moneda.
Brandt comenzó a investigar sobre el arsénico. Sus hallazgos, publicados en 1733, constituyen un tratado sobre su naturaleza metálica, su composición y solubilidad en diferentes medios. Continuó sus trabajos con otros elementos como mercurio, antimonio, bismuto y zinc, conocidos desde hacía siglos, pero que no se distinguían de otros metales. El bismuto, por ejemplo, se confundía con el plomo, y el cinc con el estaño. Brandt los clasificó como semimetales, ahora llamados metaloides.
“Descubrió que el cobalto era un metal distinto a todos los conocidos“
Pero el hallazgo por el que Brandt ha pasado a la historia de la Química fue el descubrimiento del Cobalto. Demostró que era un metal distinto de todos los conocidos, el primero que se descubría desde la antigüedad.
Era la fuente de color azul en el vidrio, que anteriormente había sido atribuido al bismuto. Recibió su nombre de la palabra 'kobold' que en sueco significa 'duende de la montaña' o 'gnomo' empleada por los mineros para referirse a seres legendarios que habitaban bajo tierra.
El cobalto es un metal de color blanco grisáceo, muy duro, maleable y dúctil. Aparece a menudo asociado al níquel y al hierro en algunos minerales, así como en los meteoritos. Se utiliza para la obtención de aceros especiales, para dar un tono azulado al vidrio y al esmalte, y como catalizador para la extracción de carburantes a partir de la hulla.
El cobalto también es beneficioso para la salud porque forma parte de la vitamina B12. Un isótopo radiactivo, el cobalto 60, se utiliza ampliamente en la industria y como fuente de rayos gamma para el tratamiento del cáncer. Es lo que se conoce como bomba de cobalto.
Ahora bien, una alta concentración de este metal puede dañar la salud. Respirado con el aire tiene efectos nocivos en los pulmones, como asma y neumonía. También produce vómitos y nauseas, problemas de visión, de corazón y daños en la glándula tiroidea.
Brandt publicó nuevos métodos de producción de ácido clorhídrico, sulfúrico y nítrico. Y estudió la capacidad del agua fuerte para disolver el oro, siempre que estuviera mezclado con una cierta cantidad de plata. Con estos experimentos demostró la falsedad de las supuestas transmutaciones alquímicas de la plata en oro.
De hecho, Brandt dedicó sus últimos años a desenmascarar los fraudes alquimistas para la obtención del preciado metal.
Pero no sólo se ocupó del oro. En un artículo sobre la metalurgia del hierro demostró que su fragilidad térmica se debe a su contenido en azufre. Y observó que el contenido de carbono del acero era mayor que la de hierro fundido.
Georg Brandt murió en Estocolmo el 29 de abril de 1768 de cáncer de próstata, a los 73 años de edad.