La constructora española Ferrovial ha firmado el contrato para la construcción de la nueva terminal T2A del aeropuerto de Heathrow, que tendrá un presupuesto de 900 millones de euros, y que llevará a cabo junto a la constructora local Lang O'Rourke.
Según un comunicado emitido por Ferrovial, el nuevo edificio, que reemplazará a la vieja terminal T2, tiene prevista su fecha de inauguración para el primer semestre de 2014 y acogerá a dos millones de pasajeros al año.
El proyecto incluye el diseño y la construcción del nuevo edificio, las plataformas para estacionamiento de aeronaves, la conexión con el edificio satélite, la carretera de acceso y varios servicios adicionales.
La nueva terminal forma parte del plan de desarrollo y renovación del aeropuerto de Heathrow para el año 2020, que permitirá que el 70% de los viajeros utilice las nuevas terminales en 2013. Además, ocupará una superficie total de 180.000 metros cuadrados, de los que 20.000 corresponderán a la zona comercial.
El mayor contrato de la firma en Reino Unido
El contrato de la T2A, la segunda que la compañía construye en Heathrow -terminó la construcción de la T5 en 2008-, es el mayor que Ferrovial ha conseguido en Reino Unido, país en el que la compañía opera desde 2003 y en el que, junto con Irlanda, acumula una cartera de proyectos por valor de 1.715 millones de euros.
De hecho, Ferrovial es la principal accionista de la gestora aeroportuaria BAA, que cuenta con el propio Heathrow entre los seis que gestiona en Reino Unido.
El consejero delegado de Ferrovial, Alejandro de la Joya, asegura en la nota que el contrato de la T2 "es estratégico para la expansión internacional de Ferrovial, ya que afianza las importantes expectativas de crecimiento que la empresa tiene para los próximos años en un mercado clave como es el de Reino Unido".
La nueva terminal pretende ser un modelo de sostenibilidad, ya que se construirá de forma que sus emisiones de CO2 sean inferiores en un 40% a las de la antigua T2. Por otra parte, el edificio se situará entre las dos pistas de vuelo de Heathrow, que deberán seguir en operación mientras duren las obras, lo que añade una mayor complejidad al proyecto.