Berlusconi y su mujer Veronica Lario, se ven las caras en un acto de conciliación previo al divorcio.
Para evitar la ojeada atenta de curiosos y como era el día del inicio del Año Judicial, el acto se celebro en la prefectura de Milán en lugar de los tribunales.
Veinte minutos de Silvio y Verónica en duelo . Pero no estuvieron solos. Cuatro abogados de Il Cavalliere y uno de Verónica Lario actuaron como escuderos.
Se trata del primer encuentro del presdiente del Gobierno italiano con su segunda esposa desde que ésta anunciase su ruptura matrimonial tras conocer que su marido había ido a la localidad de Casoria para asistir al 18 cumpleaños de Noemi Letizia, una de sus supuestas amantes.
La sesión ha servido para que los letrados del primer ministro pasen al ataque esgrimiendo un dossier con las infidelidades de ella para reducir sus pretensiones patrimoniales. No hay amor y se desata la guerra.
La esposa ha pedido a Berlusconi una pensión mensual de 3 millones y medio de euros además de Villa Belvedere, valorada en casi 80 millones de euros, además de otras bagatelas.
Los abogados de Berlusconi ofrecen 200.000 euros al mes y la posibilidad de llegar a 300.000.
La jueza quiso saber si había márgenes de pacto. El margen de acuerdo parece quimérico. La próxima audiencia será en marzo.
El pasado mes de abril los letrados de las partes discutieron durante cinco horas los términos del divorcio.
También en esta ocasión duraron cinco horas las discusiones entre ellos. Pero los implicados sólo necesitaron 20 minutos de cara a cara. Se tienen ya muy vistos.