Sí al almacen nuclear pero no en mi casa. Ningún político se ha atrevido a decirlo así de claro pero en algunas declaraciones subyace esa idea.
Los dos principales partidos de España están de acuerdo en una cosa: la necesidad de construir el Almacén Temporal Centralizado (ATC) pero en este caso parece que nadie quiere apuntarse el tanto de construir la infraestructura bajo su paraguas.
El presidente de la Generalitat de la Cataluña, José Montilla, uno de los más firmes defensores del "cementerio nuclear" ha sido tajante: "No lo quiero en Ascó" (municipio gobernado por CiU y PSC).
La localidad tarraconense es una de las que se plantea presentar su candidatura al Ministerio de Industria para albergar el almacén (lo decidirá este martes en un pleno extraordinario) y Montilla no ve con buenos ojos la iniciativa.
Cree que no existe consenso social ni territorial, que Cataluña ya genera el 40% de la energía nuclear que se produce en España y aboga porque se ubique en otra región.
La ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, ha dicho que la decisión de presentarse candidato deben adoptarla "los ayuntamientos", aunque la secretaria de Organización de su partido, Leire Pajín, ha dicho que se tendrá en cuenta también las opiniones de las comunidades y Montilla ya ha dado la suya.
Cospedal tampoco quiere el ATC en su tierra
La otra localidad que se postula para albergar el almacén- Yebra (Guadalajara)- tampoco consigue el consenso deseado. La propuesta salió adelante con los votos de PP, que gobierna el municipio, pero la decisión del grupo municipal le ha costado un expediente por parte de Génova porque desde el partido consideran que el grupo popular local desatendió la petición de recabar el consenso de los vecinos por tratarse de un tema "muy sensible".
Tampo el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, está entusiasmado con la idea y ya ha asegurado que la votación en Yebra "se va a quedar en anécdota, porque en Industria saben que hay oposición al proyecto en la comarca, en la provincia y en la Comunidad".
Tanto Cospedal como Barreda arguyen como principal argumento para oponerse el mismo que Montilla: la falta de consenso social.
Parte de los vecinos de las dos localidades, en contra
Se pone así de manifiesto que al margen de las decisiones de los grupos municipales, ni PSOE ni PP pugnan por llevarse, en este caso, el gato al agua. Y mientras los partidos no muestran entusiasmo los vecinos de las respectivas localidades tampoco lanzan las campanas al vuelo.
Tras el pleno municipal en el que Yebra decidió su candidatura, los vecinos contrarios a la instalación nuclear profirieron gritos de "alcalde dimisión" en medio del tumulto que se organizó en el salón de plenos entre partidarios y detractores del proyecto.
En Ascó la división también es total. Más de mil personas se manifestaron este fin de semana en contra de la ubicación en la ciudad del almacén de residuos nucleares.
El plazo para presentarse candidato se cerrará el próximo sábado, 30 de enero y, de momento, a la espera de que surjan nuevos municipios interesados parece que el consenso, a priori, se antoja difícil.