Miles de haitianos están buscando la forma de huir de esta tragedia en la que se ha convertido Puerto Príncipe.
El Gobierno ha puesto en marcha un plan para trasladar a casi medio millon de haitianos a otras zonas del país, pero la mayoría quiere huir al extranjero, preferentemente a EE.UU.
"Estados Unidos, toda la gente quiere ir a Estados Unidos", afirma Michelle, una de las haitianas que hacen cola en la Oficina de Inmigración.
Allí los haitianos que tienen el pasaporte caducado o lo han perdido buscan que les proporcionene un salvoconducto para salir del país. Fuera de las oficinas miles de personas saben que probablemente tendrán que esperar varios días ya que los equipos informáticos no funcionan. Pero lo que le sobra en estos momentos a la gente en Haití es tiempo. La mayoría está viviendo en la calle.
"En la carretera duermo con mi familia y mi hijo, porque no tengo nada", explica Michelle.
Colas en las agencias de transferencia monetaria
La normalidad aún no ha vuelto a Puerto Príncipe, pesar de los diez días transcurridos desde el terremoto. La situación sigue siendo trágica, pero ya comienzan a aparecer signos de una cierta recuperación de la vida pública como la proliferación de puestos callejeros y la reapertura de mercados y de oficinas bancarias o monetarias en algunos barrios de la ciudad.
Sin embargo, Puerto Príncipe sigue siendo escenario de devastación y miseria donde miles de personas buscan entre los escombros de comercios derruidos algo que poder llevarse, aunque estas acciones habría que calificarlas más como supervivencia que como pillaje.
La gente lo ha perdido todo, y ni siquiera tiene dinero para comprar lo básico. En la capital haitiana se pueden ver largas colas en las puertas de las agencias de transferencias monetaria donde la gente esperar recibir giros de dinero de sus familiares y amigos en el extranjero.
La ayuda humanitaria sigue sin llegar todavía a la mayoría de las zonas, sobre todo en el centro de Puerto Príncipe donde la gente sobrevive en campamentos improvisados.