La Unión Europea estudiará durante la presidencia española la posibilidad de imponer a los bancos una tasa similar a la anunciada por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, según ha anunciado la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado.
El objetivo de esta medida, que se debatirá en la reunión informal de ministros de Economía de la UE que se celebrará en abril en Madrid, es crear un fondo de estabilidad -equivalente a los fondos de garantía de depósitos españoles- para que las entidades contribuyan a pagar los daños causados por las crisis que provocan.
La iniciativa ha partido del ministro sueco de Finanzas, Anders Borg, que ha enviado una carta a todos sus homólogos en la que propone, siguiendo el ejemplo de Estados Unidos, "introducir una tasa de estabilidad también en la UE".
Esta medida generaría "muchos ingresos para el sector público", pero además permitiría a los Gobiernos justificar ante sus votantes que "los bancos contribuyen a resolver los problemas que estas crisis financieras están creando", ha explicado Borg durante el debate de presentación de las prioridades de la presidencia española de la UE en materia económica.
Suecia ya lo aplica
Además, a su juicio, esta tasa a los bancos "será probablemente más eficiente" que la tasa Tobin sobre las transacciones financieras, cuya implantación fue respaldada por los jefes de Estado y de Gobierno de la UE en la última cumbre que celebraron en diciembre.
Suecia ya introdujo un impuesto similar en 2009 que ya ha alcanzado una capitalización equivalente al 1% del PIB del país. Su única desventaja, según su ministro de Finanzas, es que ha provocado la deslocalización de algunas operaciones a Londres. "Así que, si queremos mantener el sector financiero en nuestros países y no perder competitividad, sería sabio tener en cuenta que EE.UU. ha introducido esta tasa de estabilidad", ha concluido.
“Tiene una cierta relación con un fondo de garantía de depósitos“
La vicepresidenta económica del Gobierno ha resaltado que la iniciativa sueca "tiene una cierta relación con un fondo de garantía de depósitos" ya que su objetivo es "constituir una previsión para el futuro, no sólo una solución para los problemas que hemos tenido".
En este sentido, la tasa europea sería diferente a la estadounidense, que consiste en un impuesto temporal de responsabilidad por la crisis que será abonado por todas las instituciones financieras de cierto tamaño que hayan recibido ayudas públicas para sobrevivir.
De hecho, las intervenciones en la banca europea se han hecho, en general, a cambio de acciones de las entidades, esto es, asumiendo el control pero también la propiedad de los bancos intervenidos -como en el caso de Fortis o de Royal Bank of Scotland-, de forma que los Gobiernos pueden recuperar parte de su inversión volviendo a vender las acciones, cosa que no ocurrió en Estados Unidos, donde únicamente se compraron activos tóxicos.