Las autoridades aseguran haber enterrado 40.000 cadáveres y cree que otras 100.000 personas más han muerto tras el seísmo de magnitud siete que ha asolado Haití, según un funcionario citado por Reuters este viernes.
Aramick Louis, secretario de Estado para la Seguridad Pública, ha señalado también que las bandas están comenzando a tomar las calles y que el principal temor del Gobierno es un aumento de la violencia.
"Estamos limpiando las calles de cadáveres y poniéndolos en fosas comunes. Hemos enterrado a 40.000 personas y pensamos que hay otros 100.000 más", ha señalado Louis.
A la espera de que llegue la ayuda para enterrar los miles de cadáveres que se agolpan en las calles, pocos camiones consiguen trasladar algunos cuerpos sin vida hasta fosas comunes. Cruz Roja insiste en la importancia y urgencia de que lleguen a la zona bolsas para cadáveres. (Edición: VICKY MONTERO)
Antes, la delegación americana de la OMS, la Organización Panamericana de la Salud (PAHO), hablaba de una horquilla de entre 50.000 y 100.000 personas.
"Varias fuentes estiman que los número están entre los 50.000 y los 100.000", aseguró Jon Andrus, portavoz de la PAHO. Este balance es mayor que el de la Cruz Roja, que cifró en hasta 50.000 víctimas mortales en un primer balance de urgencia hecho público este jueves, y se acerca más al primer cálculo desolador realizado por el primer ministro haitiano, que habló el miércoles de más de 100.000 muertos.
La comunidad internacional se ha limitado por el momento a hablar de "decenas de miles" de muertos, dada la dificultad para calcular una cifra exacta por las dificultades logísticas con las que se están encontrando los equipos de rescate.
550 millones de ayuda urgente
Para que esa ayuda llegue de manera más efectiva a los que aún están con vida, las agencias de la ONU han lanzado una petición de ayuda urgente de 550 millones de dólares.
"Si la ayuda no llega pronto, los saqueos se generalizarán y la violencia aumentará". Así lo ha asegurado el enviado especial a Haití de RNE, Fran Sevilla, que ha puesto de manifiesto que "cada hora que pasa la situacíón empeora".
"La mayoría de estos fondos son para necesidades urgentes", ha declarado en una conferencia de prensa el máximo responsable de Naciones Unidas, Ban ki-Moon, que también se ha mostrado complacido con la "generosidad" demostrada hasta ahora por la comunidad internacional.
Ban viajará en los próximos días para supervisar sobre el terreno la llegada de la ayuda. "Yo mismo iré a Haití muy pronto, para mostrar solidaridad al pueblo de Haití y a nuestro personal de la ONU y para valorar la situación por mí mismo", ha asegurado.
Según los últimos datos, 37 empleados de la ONU, de los que 36 eran cascos azules y uno del Programa Mundial de Alimentos, han fallecido y otros 330 han desaparecido.
"Un enorme esfuerzo humanitario está ahora en curso. Aunque es inevitablemente lento y más difícil de lo que cualquiera de nosotros podría desear, estamos movilizando todos los recursos lo más rápido posible", ha añadido en referencia a los problemas logísticos que se están encontrando la ayuda internacional.
"La realidad es que llevar tanta cantidad de ayuda, equipamiento y personal que es tan necesario sobre el terreno lleva tiempo", ha reconocido en un comunicado el coordinador de la ayuda de emergencia de la ONU, John Holmes.
Más de 25 equipos de búsqueda y rescate están ya desplegados en escuelas, hoteles, hospitales y grandes edificios de la capital y otros trece están por llegar.
Hospital de campaña
"Hay pequeños niños de supervivientes, no podemos abandonar la esperanza", ha declarado la portavoz de la oficina de la ONU de coordinación humanitaria, Elizabeth Byrs, en referencia al plazo de 72 horas para que los supervivientes bajo los escombros se mantengan con vida.
Los planes de la ONU son convertir el estadio nacional de Puerto Príncipe en un hospital de campaña y preparar comedores colectivos para los miles de personas que se han quedado sin hogar.
Al menos el 10% de las casas de la capital han sido destruidas, el 50% en algunos barrios -el 70% según Cruz Roja.
Mientras, el Programa Mundial de Alimentos ha matizado la afirmación de que uno de sus grandes almacenes de alimentos ha sido saqueado.
"Nuestro almacén no ha sido saqueado. Tenemos 6.000 toneladas de comida que está siendo protegida por el ejército brasileño", ha asegurado la portavoz del PMA en londres, Caroline Hurford.
Mientras, 4.000 personas hacen cola en la residencia del primer ministro en Puerto Príncipe a la espera de comida caliente. Sin embargo, la cantidad de alimentos disponible este viernes no puede llegar para todos: la ONU ya ha reconocido que hoy solo podrán alimentar a 8.000 personas.