Cientos de pulpos muertos han aparecido en las últimas horas en las costas de Portugal sin que se conozcan los motivos de este fenómeno.
Policía y bomberos han recogido unos 600 kilos de pulpos muertos de la playa portuguesa de Vila Nova de Gaia, cerca de Oporto.
Las autoridades han pedido a la población que no consuman la carne de estos cefalópodos y han asegurado que en dos semanas se conocerán los resultados de los análisis que determinarán las causas de estas muertes.