La burbuja inmobiliaria fue el principal desequilibrio generado por los años de crecimiento continuado de la economía española, o al menos así lo señaló el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, durante la presentación de la Ley de Economía Sostenible en el Congreso.
Así que uno de los objetivos es, una vez pinchada la burbuja, reducir el peso del ladrillo en la producción española. Para ello, el Gobierno ya anunció la eliminación de la deducción por vivienda habitual a partir de 2011, buscando acelerar la venta de los inmuebles ya construidos y desincentivar, a partir de entonces, que gran parte del ahorro y la inversión se vuelque en la vivienda.
La nueva ley recoge esa modificación del IRPF en su articulado, incluyendo la equiparación de la deducción por alquiler a la deducción por compra, al tiempo que crea una nueva deducción para la rehabilitación de viviendas con el fin de mejorar su eficiencia energética o la movilidad de personas con discapacidad.
Un 10% de los gastos
Según el anteproyecto de la ley, podrán beneficiarse de la nueva deducción los contribuyentes cuya base imponible sea igual o inferir a 24.107,20 euros anuales, aunque sólo tendrán derecho a la deducción completa quienes estén por debajo de 17.707,20, mientras que a partir de esa cantidad será gradual.
De este modo, serán deducibles el 10% de los gastos en obras de eficiencia energética, mejora del uso del agua o personas de movilidad reducida, con una base deducible máxima de 3.000 euros por contribuyente y 10.000 euros por vivienda.
Además de reducir la construcción de inmuebles, el objetivo es dar empleo al sector de la construcción y se calcula que supondrá 800 millones de euros menos para las arcas públicas en 2011 -se empezará a aplicar a mediados de 2010-, aunque, según avanzó la ministra de Economía, Elena Salgado, lo compensará el aumento del IVA y del empleo, ya que para entonces se cuenta con la economía crecerá.
El alquiler, igual que la compra
La nueva ley recoge no sólo la eliminación de la deducción por vivienda habitual para rentas superiores a 24.707,20 euros de base imponible, sino la equiparación de la deducción por alquiler a la deducción por compra.
De este modo, el contribuyente con hasta 17.707,20 euros de base imponible se podrá deducir un 15% -incluyendo la deducción del tramo autonómico- de los pagos dedicados a la vivienda, ya sea en propiedad o alquilada, hasta un límite de 9.040 euros; si la base imponible está entre esa cantidad y 24.107,20 euros de base imponible, la deducción se gradúa de forma lineal.
La Ley de Economía Sostenible, además, recoge diversas propuestas para rehabilitación y mejora no sólo de viviendas, sino del entorno urbano, aunque no pasan de la mera enunciación de principios y deberían tener un desarrollo posterior.