El provocador artista alemán Ottmar Hörl ha dejado plantados este miércoles sus 1.250 ejemplares de enanitos de jardín mostrando el saludo hitleriano en la plaza mayor de la ciudad bávara de Straubig.
Hörl ha logrado así llevar a cabo su propósito de ridiculizar, por la vía artística, la ideología nazi por encima de las controversias levantadas por su instalación y tras lograr que se diera por buena su versión de que no se trata de apología del nazismo, sino de una parodia caricaturesca.
El artista denomina sus figuras, de 30 centímetros de alto y extendidas en una superficie de doce metros de ancho por 50 de largo, "enanitos envenenados" y los considera expresión de la manipulación de las masas por el dictador nazi.
El conjunto de la instalación, que será inaugurada el jueves, lleva por título "Dance with the devil" (Danza con el demonio, en español).
Los 1.250 ejemplares -en tonos que alternan el negro con el antracita, menos uno de color dorado- han sido colocados en perfecta formación en la plaza de esa localidad bávara, donde quedarán expuestos hasta el 19 de octubre.
Hörl, profesor de arte de 59 años, sorteó para ello la oposición de parte de la ciudadanía, que consideraba que su obra podía inducir a malas interpretaciones, ser considerada un objeto de culto y generar incluso alguna peregrinación de neonazis.
La justicia no permitirá que se pongan en jardines privados
El artista logró unos meses atrás el visto bueno de la justicia bávara, después de que la fiscalía de Nuremberg rechazara una demanda por presunta anticonstitucionalidad y dictaminara que no se trata de una acción apologética del nazismo, sino todo lo contrario.
En Alemania exhibir símbolos hitlerianos, incluido el saludo brazo en alto, está rigurosamente prohibido y puede acarrear penas de cárcel, pero en ese caso la fiscalía consideró que no se trata de una afinidad ideológica con el nazismo, sino de expresión de rechazo.
Los enanos de jardín, generalmente de vivos colores y en múltiples variedades y posturas, son figuras de adorno tradicionales de los jardines de las casas unifamiliares o adosadas principalmente en Alemania y Austria, pero también en otros países europeos.
La justicia bávara precisó en su dictamen que ello no significa que se dé luz verde de forma generalizada a la presencia de enanos con el saludo hitleriano en cualquier jardín de Alemania, sino que sólo quedará autorizado para exhibiciones como la de Hörl.
La instalación en la plaza pública bávara ha sido patrocinada por fondos privados y su coste aproximado es de 20.000 euros.