El Gobierno de Roberto Micheletti ha dispersado con gases lacrimógenos y balas de goma a los partidarios del presidente depuesto, Manuel Zelaya, que se congregaban frente a la Embajada de Brasil en Honduras, donde se encuentra refugiado el ex presidente, según ha informado Radio Nacional.
Algunas de las bombas han llegado al interior de la sede diplomática y han causado heridos, aunque está confirmado que Zelaya se encuentra bien. Al parecer, algunos agentes podrían haber traspasado los límites de la embajada.
"La embajada está rodeada por la Policía y los militares. Preveo mayores actos de agresión y violencia, incluso podrían ser capaces de entrar en la embajada brasileña", ha denunciado Zelaya en declaraciones a la televisión venezolana Telesur.
Decenas de policías, apoyados por militares, participaron en la operación mientras que los seguidores de Zelaya respondían con el lanzamiento de piedras.
Tras varios minutos de enfrentamiento, los cuerpos de seguridad del Estado se hicieron con el control de la zona, donde además irrumpieron en una residencia vecina a la legación diplomática hondureña, de la que desalojaron a unos pocos seguidores de Zelaya, tanto hombres como mujeres, que salieron corriendo del lugar.
Toque de queda y disturbios
Honduras ha amanecido bajo un riguroso toque de queda que entró en vigor a las 16.00 hora local del lunes (00.00 hora española) y se mantendrá al menos hasta las 18.00 hora local de este martes (02.00 de la mañana). En principio se iba a levantar a las 07:00 horas (15:00 hora española).
El portavoz de la Policía, Orlin Cerrato, ha detallado a los periodistas que los seguidores de Zelaya se han dispersado por los alrededores de la embajada de Brasil, pero que los cuerpos de seguridad mantienen la operación antidisturbios.
En los disturbios de esta madrugada una patrulla de la policía fue quemada, mientras que varios vehículos sufrieron daños en sus cristales y neumáticos.
Desde la calle se puede ver a varios seguidores de Zelaya en la terraza de la embajada de Brasil en la capital hondureña, que vive un ambiente tenso desde que el lunes llegó por sorpresa el derrocado presidente.
Manuel Zelaya regresó por sorpresa este lunes a su país 86 días después de su expulsión por el Ejército y se refugió en la embajada de Brasil. Cientos de personas se arremolinaron entonces frente a la sede diplomática para defender la seguridad del presidente depuesto, aunque su equipo más cercano contaba con que la policía empleara la fuerza contra los manifestantes.