Francia entregará este lunes al presunto jefe del aparato militar de ETA hasta su arresto en noviembre pasado, Garikoitz Aspiazu Txeroki, para que hasta el sábado la Audiencia Nacional pueda avanzar en la instrucción de cinco casos que tiene abiertos contra él.
Esta entrega a España constituye una novedad en la medida en que en la justicia francesa está lejos de haber terminado la instrucción contra Txeroki por los hechos que tiene pendientes en Francia.
Durante estos seis días, el etarra deberá responder por cinco de las 21 causas que tiene abiertas en España, la mayoría por atentados cometidos en el año 2002, entre ellos la bomba-lapa contra el dirigente del PSOE Eduardo Madina, entonces líder de las juventudes socialistas vascas.
Está previsto que los jueces Santiago Pedraz e Ismael Moreno lo interroguen hacia la mitad de la semana, informa Radio Nacional.
Aunque Francia sigue instruyendo causas contra Txeroki, allí ya tiene una condena firme, de octubre del año pasado, unas pocas semanas antes de su arresto.
Entonces, el Tribunal de lo Criminal de París le impuso cinco años de cárcel, una sentencia dictada contra él en rebeldía en un proceso al aparato de reserva de ETA en el que fueron condenados en total 18 integrantes de la banda. Aspiazu no se ha opuesto a esa sentencia --a diferencia de otros dos etarras condenados también entonces en rebeldía y que volverán a ser juzgados en noviembre-- por lo que los citados cinco años de cárcel son firmes.
El que ha sido considerado como jefe de los comandos de ETA fue capturado el 17 de noviembre pasado junto a Leire López Zurutuza en una casa de la localidad de Cauterets, en los Pirineos franceses, donde había sido objeto de seguimiento policial durante los días precedentes.
La juez instructora de París Laurence Le Vert lo imputó cuatro días después como dirigente de la organización terrorista y también por asociación de malhechores con fines terroristas en relación con el asesinato en diciembre del 2007 de dos guardias civiles en Cap Breton (suroeste de Francia). Finalmente, la juez no le imputó el cargo de asesinato de los agentes.
De la investigación de ese atentado se han conocido nuevos elementos, como la presencia de huellas y de ADN de Txeroki en un coche utilizado para huir por el comando que disparó contra los dos guardias civiles y las declaraciones de dos supuestos integrantes del comando Nafarroa, detenidos en España, que han vinculado al antiguo jefe militar de la organización con esa acción.
El arresto de Aspiazu había sido la operación más importante contra ETA en Francia desde que el 20 de mayo también del pasado año se detuvo en un apartamento de Burdeos a Francisco Javier López Peña, considerado como el número uno de ETA, junto a los presuntos etarras Ainhoa Ozaeta Mendikute, Igor Suberbiola y Jon Salaberría.
De acuerdo con la policía española, a Aspiazu lo había sustituido al frente del aparato militar Aitzol Iriondo, quien apenas estuvo en ese puesto poco más de dos semanas, ya que fue a su vez arrestado, también en Francia, el 8 de diciembre. Siempre según fuentes antiterroristas españolas, el relevo de Iriondo lo tomó Jurden Martitegi, capturado a su vez en el sur de Francia el pasado mes de abril.