La política salarial de 5.000 entidades financieras en EEUU tendrá que recibir el visto bueno de la Reserva Federal, el equivalente a nuestro Banco Central Europeo. Según publica el diario económico The Wall Street Journal, la Fed estudia una propuesta para revisar los salarios, indemnizaciones y primas de todas las entidades que están bajo su supervisión.
El objetivo es rechazar aquellos emolumentos que incentiven a los ejecutivos a asumir riesgos excesivos, como los que desencadenaron las crisis económica actual. La Fed no fijaría de antemano los salarios y primas sino que los revisaría a posteriori. Podría tumbarlos o bien obligar a que se vinculen al rendimiento a largo plazo. Los 25 principales bancos del país estarían sometidos a una vigilancia especial.
La propuesta no necesita el aval legislativo
La propuesta es la de mayor alcance de todas las que hay sobre la mesa y pone de relieve el creciente poder de la Reserva Federal. Está muy avanzada y podría salir adelante en las próximas semanas. Requiere la aprobación del consejo del banco central pero no la del Congreso.
Si sale adelante, supone un giro radical en el libre mercado norteamericano. Por primera vez, la Reserva Federal se inmiscuiría en un campo tradicionalmente reservado a los consejos de Administración de las entidades financieras.
De hecho, puede levantar las iras de muchos legisladores republicanos y los lobbies del sector financiero, ya molestos con los nuevos poderes que recibe la Fed en la reforma financiera de Obama. En cambio, gozará del apoyo de los Demócratas, que han puesto el grito en el cielo por el escándalo de las primas de los ejecutivos.
Movimiento mundial para atajar las primas
La propuesta de la Reserva Federal es el último de los movimientos para poner coto a las compensaciones indiscriminadas. Este mismo jueves, la Unión Europea acordó llevar a la cumbre del G-20 en Pittsburgh reglas más estrictas para limitar las primas a los ejecutivos.
En Estados Unidos, los límites se han ceñido hasta ahora a las entidades rescatadas por el Estado, como AIG, Bank of America, o Citigroup. El pasado mes de febrero, el Tesoro decidió limitar las primas a 500.000 dólares para todas aquellas firmas que estuvieran recibiendo una ayuda extraordinaria del Gobierno.