La Confederación Católica de Padres de Alumnos (CONCAPA) ha solicitado al ministro de Educación, Ángel Gabilondo, medidas educativas "urgentes" en las aulas, y comunes para todo el Estado.
Están preoocupados ante el incremento de la violencia "gratuita" entre los jóvenes y sus "graves" consecuencias sociales. Como ejemplo, CONCAPA cita los acontecimientos violentos llevados a cabo por menores "cada vez más jóvenes" y la repercusión educativa que puede tener el modelo violento que transmiten a la sociedad un caso como el de Pozuelo de Alarcón.
Por todo ello, han reclamado al ministerio que abra el Observatorio Nacional de la Convivencia u órgano similar, desde el que se propongan políticas nacionales globales para prevenir la violencia escolar.
Además, proponen diseñar y desarrollar protocolos de detección y actuación comunes para todo el Estado, de forma que esta conflictividad sea abordada de una manera "eficaz y coordinada".
Para esta organización de padres, el cumplimiento de las normas y el establecimiento de límites en la vida diaria de los hijos han de ser una "herramienta preventiva-educativa" de uso permanente por las familias y desarrollada por los centros educativos y las demás administraciones con competencia en la educación de los menores.