Francia y Alemania han logrado que Reino Unido se una a su petición de que se acuerden unas "reglas obligatorias" y sanciones a las remuneraciones en el sector financiero, incluido un tope a los bonus de los directivos, en la próxima reunión del G-20, que se celebrará en Pittsburg el 24 y el 25 de septiembre, aumentando la presión sobre EE.UU. para que acepte medidas en este sentido.
Así se recoge en una carta firmada por el presidente francés, Nicolás Sarkozy, la canciller alemana, Ángela Merkel, el primer ministro británico, Gordon Brown remitida al presidente de turno de la UE, Fredrik Reinfeldt.
Sarkozy y Merkel ya habían acordado el contenido de esta carta en una reunión en Berlín, mientras que los ministros de Finanzas de la UE dieron su apoyo mayoritario en una reunión el pasado martes a la limitación de los bonos.
Sin embargo, hasta ahora Brown había mostrado sus reservas a la limitación de los bonus debido a los posibles efectos en la City londinense, la capital financiera de Europa.
'Incluso' los ingreses se dan cuenta
"La carta sobre los bonus que enviaré al presidente de la Unión Europea esta tarde contendrá una pequeña sorpresa, ya que estará firmada no solo por la señora Merkel y yo mismo, sino también por el señor Brown", ha declarado orgulloso Sarkozy en un discurso ante trabajadores en la localidad francesa de Caligny.
"Incluso los ingleses entienden que tienes que regular, imponer límites y que hay escándalos inaceptables", ha añadido.
"Tenemos que examinar la forma de limitar los bonus a los bancos en relación con los pagos totales, los ingresos y/o los beneficios", se dice en la misiva firmada por los tres mandatarios.
Medidas sancionadoras
En ella se detallan una serie de principios que defenderá en la cumbre del G-20 para que se transformen en reglas para los agentes financieros de "estatura importante".
"El G-20 debe asegurarse que las sanciones que existen a nivel nacional para los bancos que no aplique estas reglas se apliquen internacionalmente", dicen los tres mandatarios en la carta hecha pública por la Presidencia francesa.
En la carta también se detallan una serie de medidas contra los paraísos fiscales que no quieran cooperar en la transparencia financiera a partir de marzo de 2010, así como la puesta en marcha de salidas coordinadas a la crisis.
Además, se piden medidas para dirigir la salida de la crisis una vez que se han producido signos de estabilización de las economías.