La Comisión Nacional de la Competencia (CNC) constata la elevada concentración en España del sector de los carburantes de automoción, por lo que pide un nuevo esfuerzo a las administraciones públicas para facilitar la entrada de nuevos competidores y mejorar los precios.
En su último informe sobre el sector, la CNC cree que la intensidad de la competencia sigue siendo reducida y apunta como una posible causa de ello las trabas administrativas para abrir nuevas estaciones de servicio, así como los criterios que se siguen en los procesos de concesión.
Por un lado, el organismo piensa que se podría conseguir una mayor competencia en precios si otros operadores al por mayor -diferentes a Repsol, Cepsa y BP- aumentan su red de estaciones de servicios, así como la mayor implantación de gasolineras en los hipermercados.
No obstante, piensa que estos procesos se ven limitados por la adjudicación pública de gasolineras en bloque a un mismo grupo, por lo que recomienda que se ponderen favorablemente aquellas ofertas cuyos suministros no los realiza el mismo operador al por mayor que lo hace en las gasolineras anteriores o posteriores de la misma vía.
Varias barreras administrativas
En cuanto a las estaciones de servicio de los hipermercados, la CNC advierte de la existencia de diferentes barreras administrativas que frenan su instalación, en especial de los ayuntamientos.
Competencia explica que las trabas burocráticas impiden o retrasan las autorizaciones necesarias para abrir una gasolinera, lo que atribuye no sólo a la escasez de suelo para estaciones de servicios en los planes urbanísticos municipales, sino también a la gran discrecionalidad en la concesión de licencias.
Precios más altos que en la UE
Además, la CNC advierte de que la posición de monopolio de CLH como propietaria de los oleoductos para fijar unilateralmente el precio de acceso a la red podría estar dificultando la competencia en el sector. Por ello, propone como solución que sea el Ministerio de Industria el que fije el precio de acceso a la red o, en su caso, que CLH sea más transparente en cuanto a la metodología que usa para fijar las tarifas.
En este sentido, critica la presencia de algunos operadores -entre ellos están Repsol, Cepsa y BP- en el capital de CLH porque pueden condicionar los precios de acceso a la red, ya que este mayor coste lo podrían recuperar parcialmente a través del reparto de dividendos.
Asimismo, Competencia considera que la presencia de estos operadores al por mayor en el accionariado de CLH les podría dar acceso a información sensible que podrían usar en su propio beneficio.
En su análisis también se recoge que durante 2008, los precios de la gasolina sin plomo 95 y el gasóleo de automoción antes de impuestos se situaron prácticamente en todo momento por encima de la media de la Unión Europea, pese a que allí el precio final de venta es más alto.