El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, y el comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, no ven riesgo de deflación en España.
Así lo han manifestado a la cadena SER, tras conocerse este viernes que la tasa española de la inflación armonizada -medida de la misma forma en todos los países de la zona del euro- se situó en agosto en el -0,8%, seis décimas por encima de la de julio, que fue del -1,4%, y el sexto registro negativo de la historia de este índice.
Para el secretario de Estado, la reducción de seis décimas en la caída de los precios indica que las inflaciones negativas de los últimos meses "no son ni mucho menos un escenario de deflación", sino que tienen que ver más con una evolución alta de los precios, sobre todo de la energía durante la primera parte de 2008.
Reversión de la tendencia
Según Campa, en los próximos meses "veremos esta reversión de la tendencia" y a final de año habrá tasas interanuales de inflación "ligeramente positivas".
Para Almunia, el decrecimiento de los precios en los primeros meses "no nos va a llevar a una deflación", y es consecuencia directa de la debilidad de la demanda y de la comparación con los precios del año pasado que todavía subían mucho, especialmente los del petróleo y otras materias primas.
Almunia ha señalado que, por tanto, no se trata de una situación permanente y ha afirmado que en los restantes meses del año se llegará a tasas positivas, prácticamente en todos los países.
A corto plazo, tampoco hay riesgo de inflación, ha agregado Almunia, quien ha añadido que hay una situación que ayuda al poder adquisitivo de las familias y que no crea mayores dificultades a la economía.
No obstante, ha advertido de no hay que "ignorar riesgos" de inflación a medio y largo plazo porque los precios han vuelto a subir en el mercado de materias primas.