Al menos uno de los miembros del grupo que llevó a cabo el mayor robo de diamantes que jamás ha tenido lugar en Gran Bretaña ha sido identificado por los investigadores del caso tras realizar con éxito una comprobación de su ADN, informa el diario Times Online.
Éste es el mayor avance que se ha producido en la investigación de este caso, que tiene su origen el pasado 5 de agosto, cuando se produjo un atraco en la prestigiosa joyería Graff Diamonds, en Londres, por valor de 40 millones de libras esterlinas.
El hallazgo de la identidad de uno de los sospechosos hace pensar a la Policía británica que está cerca de encontrar al grupo responsable de este atraco, en el que varios hombres forzaron a una de las trabajadoras de Graff Diamonds, situada en la calle New Bond, a entregarles 43 valiosas piezas de joyería, incrustadas de 1.500 diamantes.
Además, se ha encontrado uno de los varios coches que los hombres utilizaron para escapar tras llevar a cabo el atraco: un Volkswagen Sharan muy deteriorado y quemado por el fuego.
Dos hombres aparecen en una grabación de la joyería
Sobre los asaltadores, sólo se posee la idenfiticación de uno de ellos a través del ADN, el supuesto vehículo con el que escaparon y una grabación de seguridad de la joyería, en la que se puede ver a dos hombres, uno blanco y otro de raza negra, vestidos con traje y con un tono de piel y de pelo modificados para parecer mayores.
En la grabación, que ya está en manos de Scotland Yard, se ve a los dos hombres, con fuerte acento londinense, entrar en la joyería y amenazar a los dependientes de Graff Diamons a punta de pistola.
A pesar de la recompensa de 1 millón de libras ofrecida por el Flying Squad, división de la Policía londinense especializada en crímenes, se ha recibido poca información acerca de los atracadores.
Una huída accidentada
Los asaltadores abandonaron la joyería con las joyas en un bolso y, antes de subir a un automóvil marca BMW que les esperaba en la puerta de la joyería, dispararon contra un guardia de seguridad y pasaron el motín a un motorista.
Tras poner el coche en marcha, sufrieron un accidente contra un taxi, lo que provocó que muchas personas se arremolinaran alrededor del coche siniestrado en el que viajaban.
Ante la llegada de los curiosos, los asaltadores lanzaron otro disparo y subieron a un Mercedes plateado y después a un Volkswagen Sharan.
Debido a las prisas y la accidentada huída que protagonizaron, los atracadores dejaron frente a la joyería una pistola cargada, que servirá al Servicio Nacional de Inteligencia Balística para determinar si el arma ya ha sido utilizada en otros crímenes.
Los asaltadores llevaban sus caras maquilladas para el atraco y se ha detenido a dos personas, un hombre y una mujer, profesionales del maquillaje, a quienes se considera responsables de la variación de su aspecto en el asalto.