Un equipo de científicos de Estados Unidos ha descubierto una serie de formaciones nubosas y tormentas en la zona tropical de Titán, la mayor de las lunas de Saturno, una zona donde hasta ahora nunca se habían observado estos fenómenos y donde los investigadores no esperaban localizarlos, según un estudio que publica este jueves la revista científica británica Nature.
Estas tormentas tropicales, que provocaron la aparición de otras formaciones nubosas a miles de kilómetros en el hemisferio sur de la luna, podrían explicar, según los investigadores del Instituto Californiano de Tecnología (Caltech), la presencia de canales y lechos de ríos secos en la superficie de Titán, descubiertos en 2005 por la sonda Huygens de la Agencia Espacial Europea.
Así, esas formaciones serían el resultado de las tormentas de metano líquido, que en en el satélite de saturno desempeñaría un papel similar al del agua en la Tierra.
Observación minuciosa
En concreto, fue una estudiante de Caltech, Emily Schaller, quien observó la superficie de Titán durante más de dos años utilizando el telescopio de infrarrojos de la NASA ubicado en Hawai, sin apreciar prácticamente ninguna nube.
"Se puede observar durante años y no ver casi nada. Son malas noticias para quienes tratan de comprender el ciclo meteorológico de Titán", señala Mike Brown, profesor de astronomía planetaria en Caltech. Sin embargo, Schalle advirtió en abril de 2008 la aparición de un amplio sistema nuboso en las aparentemente secas latitudes tropicales de la luna.
"La primera nube, localizada cerca los trópicos, tuvo un efecto parecido a una explosión de la atmósfera. En unos pocos días se había formado un gigantesco sistema nuboso que cubría el polo sur y se veían nubes esporádicas que avanzaban hacia el ecuador", explica Brown.
Precipitaciones intensas
"Esos fenómenos atmosféricos dramáticos sobre Titán son raros y duran solamente unas pocas semanas", precisa Henry Roe, también antiguo estudiante de Caltech y ahora en el observatorio Lowell, que es uno de los coautores del estudio, junto a Schaller y el profesor de ciencia medioambiental e ingeniería de Caltech Tapio Schneider.
Tras descubrir la tormenta, los astrónomos utilizaron el telescopio Gemini North, de ocho metros y también ubicado en Hawai, para seguir la evolución de la atmósfera de Titán. "Era como si observáramos una gigantesca tempestad que cubriera Sudáfrica y que días después provocara la formación de nubes sobre la Antártida y sobre Indonesia", comenta Scheller.
Los expertos han especulado durante años sobre cómo podrían aparecer canales y arroyos en una región sin lluvias. Ahora, los resultados de este estudio muestran que, en Titán, se pueden explicar por "precipitaciones poco frecuentes pero muy fuertes" de metano líquido.