El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, ha advertido este martes que el otoño no será tan positivo para el empleo como los tres últimos meses, en los que el paro ha descendido de forma constante.
Sin embargo, el Gobierno tiene datos para pensar que el desempleo no va alcanzar la dureza del último trimestre de 2008, aunque dependerá de factores como la evolución de la economía estadounidense o europea, el precio de las materias primas o los tipos de interés.
Corbacho ha valorado así el dato del paro registrado en los Servicios Públicos de Empleo Estatal, que ha bajado en 20.794 personas respecto al mes anterior.
La cautela del ministro coincide con la que mostró hace unas semanas el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, al conocer los datos de la Encuesta de Población Activa del segundo trimestre, que reflejaba una moderación en las cifras del paro.
Mejora la confianza
El titular de Empleo ha destacado que las últimas cifras ponen en evidencia que la destrucción de empleo "tan potente" que se registró a comienzos de año ha empezado a "amortiguarse" debido a las medidas adoptadas por el Gobierno, que están teniendo una "repercusión directa", así como a los indicadores que muestran que la mejora de la confianza de los ciudadanos se está traslando a un incremento del consumo.
Celestino Corbacho ha señalado que estas circunstancias permiten al Gobierno ser "optimista" respecto al futuro, pese a que la crisis aún no se ha superado.
"La dureza de la crisis tan fuerte y tan potente le hemos pasado a principios de año y esperamos que los meses que restan no sean tan duros", ha subrayado.
Finalmente, ha descartado que se puedan llegar a registrar cinco millones de parados a finales de año, y ha señalado que "hay gente que le gustaría" que se llegara a esta cifra "porque sería la mejor bofetada al Gobierno".
Así, ha instado a "arrimar el hombro, trabajar codo con codo y sumar esfuerzos" para mejorar la situación del mercado laboral.