China, un país muy criticado por su uso libre de la pena de muerte, reducirá el número de ejecuciones penales, según ha informado la CNN en su página web.
Según Zhang Jun, Vicepresidente del Tribunal Supremo Popular chino: "Es imposible abolir la pena de muerte en la situación actual de China". Para los órganos judiciales supone un esfuerzo importante controlar la aplicación de las penas.
"Los departamentos judiciales deben utilizar el menor número de sentencias de muerte como sea posible, y éstas no deben administrarse a aquellos que tienen una razón para no ser ejecutados".
"La legislación se ha promulgado para restringir el número de condenas de muerte impuestas. El tribunal hará lo posible por controlar las restricciones sobre el uso de esta pena", según Zhang.
La pena de muerte, junto con el indulto, es la más utilizada en los tribunales, ha asegurado Zhang, la misma que podría ser conmutada a cadena perpetua. El plazo se podría reducir a 20 años y posiblemente aún más por buena conducta.
China mantendrá la pena de muerte añadiendo que "deberían aplicarse a un pequeño número de delitos graves", ha afirmado el Vicepresidente del Tribunal Supremo Popular.
Los grupos de Derechos Humanos estiman que entre 1.700 y 5.000 personas han sido ejecutadas en el país asiático el año pasado por crímenes como el espionaje, la corrupción y el tráfico de drogas. El número oficial de las ejecuciones es un secreto de estado.
China, uno de los países más criticados
La pena de muerte sigue siendo un icono en los castigos en China, donde las ejecuciones son usadas como advertencias. Dichas sentencias se emiten en la televisión nacional.
Sin embargo, hace dos años, le dieron a la Corte Suprema de Justicia la autoridad para revisar los casos. El año pasado, el 10% de las sentencias de muerte fueron anuladas.
Los criminales que expresaron remordimientos o estuvieron de acuerdo en compensar a las familias de las víctimas, vieron sus penas reducidas. La pena de muerte estará reservada a partir de ahora para aquellos que cometan crímenes atroces con "graves consecuencias sociales", ha asegurado el Gobierno.
"Este es un pequeño paso, pero un paso en la dirección correcta", según Victor Gao, Director de la Asociación Nacional China de Estudios Internacionales. "Mientras que otros países han abolido la pena de muerte porque piensan que es un castigo cruel e inusual, China ha decidido que quiere mantener la pena de muerte." asegura Gao.
Los analistas aún critican esta iniciativa por ser muy ambigua, y mantienen el escepticismo de que esta medida pueda llevar a la reducción real de las penas.