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La Generalitat culpa al viento de la muerte de los cinco bomberos en el incendio de Tarragona

  • El conseller de Interior, Joan Saura, niega descoordinación de los mandos

  • Afirma que un inesperado cambio de viento se convirtió en "trampa mortal" 

  • Saura ha defendido en el Parlament la profesionalidad de los bomberos

EFE
3 min.

El conseller de Interior, Joan Saura, ha negado cualquier tipo de descoordinación de los mandos de los Bomberos en el dispositivo para combatir el incendio de Horta de Sant Joan (Tarragona) y ha afirmado que el "único culpable" de la muerte de cinco bomberos fue el fuego y un inesperado cambio de viento, convertido en "trampa mortal".

En una comparecencia en el Parlament, el conseller ha rendido homenaje a los cinco bomberos fallecidos y a un compañero que aún está hospitalizado muy grave, y ha resaltado que el incendio de Horta fue uno de los "más complicados" de los últimos años en Cataluña, por la difícil orografía del terreno y las condiciones climáticas.

El conseller ha remarcado que la actuación de todos los bomberos que intervinieron para combatir el incendio fue "impecable desde el primer hasta el último momento", ya que siempre actuaron con "profesionalidad y rigor, sin bajar la guardia", pues eran "plenamente conscientes" del riesgo que entrañaba el fuego, atendiendo a la orografía y a la climatología de aquellos días.

Joan Saura ha asegurado que entiende las dudas de algunos vecinos del pueblo, que se quejaron de que no les dejaron intervenir, pero ha sido tajante al asegurar que es "rotundamente falso" que haya habido una falta de coordinación por parte de los mandos de los Bomberos, que en su opinión "definieron la mejor estrategia".

Según Saura, los agentes de las unidades GRAF -de élite- que tuvieron que actuar en el incendio -entre los que se encuentran los cinco fallecidos y el herido muy grave-, eran los mejor preparados para actuar en primera línea de fuego.

"Pero no pudieron escapar de la situación porque era imposible de prever" que habría un elemento "inesperado", el fuerte viento, que al cambiar de dirección se convirtió en una "trampa mortal", ha insistido el conseller.

En este sentido, cabe recordar que el día del accidente, el martes 21, la temperatura era de 40 grados, las rachas de viento alcanzaron los 80 kilómetros por hora y la humedad era del 16%.

Seguimiento minuto a minuto

Durante su intervención, Saura ha explicado casi minuto a minuto el desarrollo del incendio y la actuación y dotación de los Bomberos, especialmente en el momento crítico en el que un grupo de agentes de los GRAF se vieron asediados por las llamas, al cambiar de dirección por sorpresa el fuego debido al fuerte viento.

Saura ha precisado que a las 14.30 horas del fatídico martes 21 de julio se produjo una inesperada tormenta en Aragón que provocó un comportamiento "errático" del viento, lo que creó una situación "inesperada, compleja y amenazadora".

Desde la unidad de mando, se alertó a los equipos de élite que buscaran una zona segura para resguardarse y a las 15.18 horas se recibió una llamada de emergencia de uno de los equipos, ante su temor por la cercanía del fuego.

A las 15.21 horas, dos unidades del GRAF comunicaron que estaban ya en zona segura, aunque a las 15.45 horas un miembro de una tercera unidad comunicó que el fuego "les había pasado por encima", por lo que los equipos aéreos, que se habían retirado ante las dificultades de volar por el viento, salieron de inmediato en su rescate. Cuando llegaron a la zona, encontraron cuatro cadáveres y dos bomberos muy graves.

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