El trágico suceso de la muerte del bebé Rayan el pasado 13 de julio por un error médico ha acaparado la actualidad informativa. La enfermera de 22 años que le suministró erróneamente el medicamento ha sido despedida y está "destrozada", según el sindicato de enfermeros.
Hacía una suplencia y era su primer día en la UCI de Neonatología del Hospital Gregorio Marañón aunque la joven tiene dos años de experiencia y trabajaba desde diciembre en la Unidad de Pediatría del citado centro.
Rafael Lletget, director del gabinete de estudio de la unidad colegial de enfermería y enfermero de sólida trayectoria, ha asegurado en una entrevista a Radio Nacional que trabajar en una unidad de neonatología "requiere una cualificación muy particular".
Como responsable del organo regulador de la profesión ha garantizado que se investigará la "catástrofe" hasta exigir las responsabilidades oportunas.
Pero la negligencia y/o desafortunado error también está siendo investigado por un Juzgado de Madrid, por el propio hospital y por el Defensor del Pueblo.
"Son criaturas muy frágiles"
La "tristísima situación" del bebe Rayan ha abierto el debate sobre el adecuado funcionamiento en departamentos que operan con bebés prematuros (unidades de neonatología).
El director del colegiado de enfermeros explica que trabajar en este servicio "requiere unos cuidados muy específicos". Los bebés prematuros "pesan entre 500 gramos y un kilo cien. Son criaturas muy frágiles y requieren dosis de tratamiento muy medidas y la velocidad de infundir ese tratamiento también debe ser muy medida.
Esta aclaración tiene especial relevancia al referirse indirectamente a un posible motivo de la muerte del pequeño Rayan. La enfermera le suministró el medicamento por vía sanguínea en vez de por una sonda desde la nariz.
Lletget sostiene que la adecuada "cualificación" para trabajar en una unidad de neonatología no debería adquirirse a través de años de práctica sino "por una vía regulada como es la especialización", algo que no existe en nuestro país.
No hay especialización en España
Lletget ha reinvindicado la necesaria especialización de la enfermería española, que aunque ha señalado que es la tercera mejor del mundo (después de Canadá y EE.UU.), también ha denunciado sus carencias.
Una de ellas es que no hay enfermeros especializados, pueden trabajar en todos los servicios, y otra la falta de profesionales en el sector.
Por ello pide equipara el sistema educativo español al de otros países, donde hay "enfermeras de práctica avanzada", especializadas en determinados servicios.