El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha anunciado la mayor reforma financiera desde la Gran Depresión de los años 30, que reforzará el poder de supervisión de la Reserva Federal y creará una agencia para proteger a los consumidores.
Los principales puntos de la reforma que pretende llevar a cabo, contenidos en un informe de 89 páginas titulado 'Reconstruyendo la Regulación y la Supervisión Financiera', son los siguientes:
Fortalecimiento de la Reserva Federal (Fed)
- Se encarga a la Reserva Federal la tarea de regular y supervisar el funcionamiento de las entidades que tienen un tamaño tan grande, que su quiebra puede poner en peligro la estabilidad del sistema financiero.
- La Reserva Federal también deberá vigilar más de cerca los riesgos sistémicos de los mercados financieros.
- La Fed pedirá informes a las entidades financieras para ver si cumplen con los requerimientos de capital mínimos exigidos.
- La Fed tendrá capacidad de supervisar las matrices y filiales de todas las empresas financieras, incluidas aquellas que pertenecen a mercados no regulados o que se encuentran en el extranjero.
Medidas que afectan a las firmas financieras
- Se establece la creación de un Consejo de Supervisión de los Servicios Financieros, que coordinará las actividades de los diferentes órganos reguladores.
- Los reguladores establecerán unas directrices sobre las bonificaciones de los altos directivos, cuya remuneración deberá estar fijada en función de la creación de valor para el accionista a largo plazo. Además, se invita a reconsiderar la utilidad de los llamados "paracaídas de oro", las indemnizaciones millonarias que reciben en caso de ser despedidos.
- Se crea una nueva agencia, el Supervisor Nacional Bancario, encargado de supervisar expresamente el funcionamiento de los bancos comerciales nacionales.
- Se invita al resto de entidades financieras no bancarias, como las filiales de grupos industriales o las firmas de medios de pago, como los que emiten tarjetas de crédito, a reconvertirse en bancos tradicionales sometidos a la supervisión federal.
- Los fondos de capital riesgo, las sociedades privadas de inversión y los fondos de inversión libre o alto riesgo tendrán que registrarse ante la Comisión de Valores estadounidense, y facilitar los datos que ésta les requiera, incluso de los activos que poseen fuera de balance.
- Se crea un mecanismo que permite al Gobierno tomar el control de una entidad que se encuentra en peligro o al borde del colapso. Esta medida puede ser invocada por el Tesoro, la Fed, la SEC o el Fondo de Garantía de Depósitos.
Regulación de los mercados financieros
- Se establece un marco legal para los mercados que antes carecían de regulación (over the counter), como los derivados y de titulización. Estos mercados pasarán a depender de la Fed, que establecerá una Cámara de Compensación y Liquidación, como ocurre con los mercados tradicionales.
- Se endurece la ley para los casos de los consumidores que operan con productos derivados y sofisticados de manera "Inapropiada".
- Las entidades que se dediquen a la titulización de créditos deberán retener una participación en estos productos.
- Se urge a la SEC a mejorar la transparencia de los mercados de titulización y a regular de manera más intensa la operativa de las firmas de calificación de riesgo, que deberá revelar la existencia de conflicto de intereses.
Para la protección de los consumidores y los inversores
- Se crea una nueva agencia, la Agencia para la Protección de la Financiación al Consumo, orientada a los productos que se distribuyen entre las economías domesticas como hipotecas, tarjetas de crédito.
- La nueva agencia tendrá capacidad de regular para frenar el uso de prácticas injustas o abusivas,
- La Comisión Federal de Comercio obtiene una mayor autoridad sobre el sector bancario, en áreas como la protección de datos.
- Se crea un panel de expertos encargado de vigilar las prácticas de las industrias emergentes.