El jefe de la primera dotación de vigilancia forestal en acudir al lugar donde el pasado 20 de agosto se produjo el accidente de un avión de Spanair, ha afirmado a la prensa: "Cuando me contaron que sacaron gente viva no me lo creía", porque cuando llegaron "lo único que había era un amasijo negro".
Así lo ha explicado esta mañana al término de su declaración ante el juez que investiga el caso, Juan Javier Pérez, en los Juzgados de la plaza de Castilla en Madrid.
Ha recordado además que cuando llegaron, en torno a las 15.15 horas, alertados por una columna de humo que vieron sobre el aeropuerto de Barajas desde su puesto en Valdelatas, los bomberos ya habían apagado el incendio del avión y que ellos se encargaron de extinguir las llamas de los alrededores.
Anteriormente había declarado como testigo el director del aeropuerto de Barajas, Miguel Ángel Oleaga, quien según fuentes jurídicas ha asegurado que a raíz del siniestro se está estudiando modificar los protocolos de seguridad del mismo.
Declaración del jefe de servicio del SAMUR
Por su parte el jefe del servicio del SAMUR que estaba en la central de emergencias ese día, y que también ha declarado como testigo, ha apuntado que "todo funcionó como habitualmente".
También han declarado este miércoles ante el titular del Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid, que investiga el siniestro en el que murieron 154 personas, otras cuatro personas.
Éstas son el responsable de seguridad de la pista 36 izquierda, de la que despegó el avión que se estrelló poco después, el jefe de la sección sindical del sindicato de pilotos SEPLA, el piloto de un helicóptero medicalizado SUMMA 01 y el jefe de la segunda dotación de vigilancia forestal que acudió al lugar del siniestro.