El secretario general de la Unión General de Trabajadores (UGT), Cándido Méndez, ha exigido al Gobierno "firmeza" ante las presiones, cada vez más, que recibirá para "que cambie de discurso y de política" ante la crisis económica.
Méndez ha aprovechado su discurso en el 40 Congreso Confederal del sindicato, en el que será releelegido por quinta vez, para alertar al Ejecutivo sobre las presiones de la patronal para llevar a cabo una reforma del mercado laboral a costa de los derechos de los ciudadanos.
Ha demandado a Rodríguez Zapatero "impulso político y nitidez" para dar confianza a los ciudadanos. También ha resaltado la necesidad de que el Gobierno garantice la estabilidad parlamentaria para sacar adelante medidas ante la crisis. "Se necesita más aritmética parlamentaria y menos geometría variable".
Méndez ha subrayado que es necesario que el Gobierno exija responsabilidad social a las entidades financieras para garantizar la liquidez a empresas y familias. Además, ha añadido que en el caso de que tenga que intervenir por problemas de insolvencia, "el Estado debe entrar para quedarse".
Rodríguez Zapatero, que ha acudido al Congreso de UGT antes de volar hacia Londres para acudir al G20, ha explicado que pedirá la presencia de los sindicatos en este tipo de foros mundiales para afrontar la crisis.
El secretario general de UGT ha pedido también a la oposición, sobre todo a los partidos que son alternativa de Gobierno como el PP, "responsabilidad". Méndez ha pedido que explique con "claridad" sus alternativas, ya que "la herida de la economía es lo suficientemente grave para no admitir frivolidades ni medias palabras".
Cándido Méndez se ha mostrado muy crítico con la patronal ha la que ha acusado de "utilizar la crisis para apretar los tornillos" a los trabajadores. En este sentido, ha afirmado que la CEOE ha dado un "giro radical" desde el pasado mes de diciembre cuando defendía que había que mantener el poder adquisitivo de los trabajadores porque si no caería el consumo.
El secretario general de UGT ha afirmado que en España hay 3,5 millones de parados, y posiblemente haya más, "pero también hay 16 millones de personas que trabajan a las que no se las puede amenazar".
"El problema de verdad son los salarios", ha dicho Méndez, "pero porque son bajos y hay que subirlos".
UGT pide "contención" a la patronal
Méndez ha pedido a la patronal el mismo comportamiento en momentos de crisis que los sindicatos tuvieron en época de bonanza cuando las empresas tenían altísimos beneficios. El secretario general de la UGT ha subrayado que espera "volver con prontitud al diálogo social".
Méndez también ha respondido al secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, que ha subrayado en el Congreso de UGT que entre los dos sindicatos "no hay espacio para la competencia".
El responsable de UGT ha subrayado que "la unidad de acción" es una seña de su sindicato y que hay que aprovechar la crisis "como una oportunidad para reformar la economía" para que deje de estar apoyada en el ladrillo y reconozca "el talento y el empuje" de los trabajadores.
Cándido Méndez ha explicado que quieren reformas estructurales, pero no como las que pide la patronal. El secretario de UGT afirma que es necesario que el sistema se base en "la ética del trabajo y la dignidad del ser humano" y que "la economía esté al servicio de las personas y la sociedas", entre otras.
Críticas a la UE, "la gran ausente" del G20
Méndez ha subrayado que se necesitan "medidas urgentes" para hacer frente a la crisis, pero que la cumbre del G20 que se celebra en Londres "sólo servirá si es el inicio del fin de los mercados sin control" para que "la economía financiera se ponga al servicio de la economía real". El encuentro de nada servirá si no pone "coto a la dictadura de la rentabilidad financiera".
El secretario general de UGT ha criticado duramente que la Unión Europea no lleve, en su opinión, una posición común. "Europa es la gran ausente", de la cumbre, ha subrayado. "No se aporta una propuesta global en sentido claro y concreto por parte de la UE".
Méndez asegura que "no hay un objetivo global, sino una suma de planes nacionales" que achaca a la existencia de "una crisis de liderazgo" de la UE.
"Hay que cambiar el paso del proceso de integración europea" porque de lo contrario "la Europa del populismo, el racismo y la xenofobia" está a la espera. Para ello es necesario "reforzar las políticas públicas" para impedir que la "UE se enfrente a la crisis con la lógica de empobrecer al vecino" compitiendo entre sí bajando los salarios.