Macedonia ha satisfecho la exigencia de la Unión Europea sobre su capacidad para celebrar un proceso electoral sin incidentes, una condición impuesta por Bruselas al país balcánico para impulsar su acercamiento a la Unión Europea (UE), a cuya pertenencia es candidato desde 2005.
Lo ha hecho en las cuartas elecciones del país para elegir a su nuevo presidente y que, según los primeros datos, ha ganado el candidato de la gobernante y conservadora Organización Revolucionaria Macedonia del Interior (VMRO-DPMNE), Gjorge Ivanov.
La jornada electoral ha transcurrido en calma y con sólo el mal tiempo y la nieve como notas que dificultaron el voto en algunas zonas de montaña. Un ambiente democrático bien distinto al vivido en junio del pasado año, cuando las elecciones parlamentarias se vieron ensombrecidas por enfrentamientos armados en zonas pobladas por la minoría albanesa, que se saldaron con un muerto y varios heridos y que fueron denunciadas por la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE).
"Hemos pasado el examen", ha dicho el presidente de la Comisión electoral central, Aleksandar Novakovski, al referirse a la exigencia de la UE, quien ha señalado que espera que se repita la normalidad en la segunda vuelta de los comicios, que se celebrarán el 5 de abril. Con el 37% del escrutinio, las primeras estimaciones señalan que el competidor de Ivanov (que ha recibido el 37,7% de los apoyos electorales) será el socialdemócrata Ljubomir Frckovski (19,7%). El tercer presidenciable con opciones es el candidato independiente Ljube Boskoski, ex ministro del Interior, con un 16,54%.
Macedonia espera ahora poder obtener de la UE la fecha de inicio de las negociaciones de adhesión.
Deberes pendientes
Macedonia tiene ante sí difíciles problemas políticos y económicos. Para empezar, ha de encontrar una solución al largo litigio con Grecia sobre el nombre del país y abrir así las puertas para la entrada en la UE y la OTAN, esta última bloqueada por Atenas el pasado abril. Grecia considera la denominación 'Macedonia' como una tradición exclusiva helénica y teme reivindicaciones territoriales de Skopje hacia su región del mismo nombre.
Durante la campaña electoral, los candidatos a la Presidencia se centraron también en las medidas para atenuar los efectos de la crisis financiera mundial en este país, donde el desempleo supera el 33% y el sueldo medio apenas alcanza 270 euros.