"Espiar no es mi función, ni siquiera mi hobby". Así de tajante se ha mostrado el secretario general del PP en Madrid, Francisco Granados, que ha vuelto a negar, en una entrevista "En Días como hoy" de RNE, que exista una estructura de espionaje en la Comunidad de Madrid, tal y como ayer quiso dejar claro la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, que pondría la mano en el fuego por todos sus consejeros.
El también consejero de Presidencia, Interior y Justicia del Gobierno madrileño, que ya ha calificado esta trama de "novela" y "montaje", ha puesto de manifiesto que hasta el momento sólo se ha demostrado el seguimiento al vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González. Sobre el resto de seguimientos, Granados ha dicho que "no hay nada claro ni se ha probado nada".
No está seguro al 100% de que los espionajes no se hayan producido
Ha afirmado que "jamás" ha encargado la elaboración de informes reservados, a lo que ha añadido: "Hasta donde yo controlo, en la Comunidad de Madrid no se han encargado esos informes". Eso sí, ha señalado que al 100% no puede estar seguro de que esos seguimientos ilícitos no se hayan producido porque "la Comunidad de Madrid es una organización muy grande".
En su opinión, esa supuesta red de espionaje es un "montaje muy sofisticado que requiere de mucho dinero y muchos medios". Tras insistir en que se enteró de este asunto por el diario que lo destapó, El País, ha señalado que ha tratado el tema con la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, aunque no ha aclarado si ha hablado con Mariano Rajoy.
El PP ha ordenado una investigación y depurará responsabilidades políticas si se confirma el espionaje. Además, la Fiscalía ya ha abierto una investigación tras las denuncias de los presuntos espiados: el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo y el ex consejero de Justicia madrieleño, Alfredo Prada, además de González.
Considera "inaceptable" la actitud de Gallardón
Cree que las declaraciones del alcalde de Madrid, que ha dado por buenas las informaciones publicadas, son "inaceptables". Por dos motivos: por señalar que él hubiera desmontado una estructura de espionaje si se la hubiera encontrado en la Comunidad de Madrid y por dar crédito a las informaciones, "lo que supone imputar un delito".
Aunque ha negado que de confirmarse los hechos estén relacionados con una guerra de poder en el PP, asegura no saber dónde está el origen de estos espionajes.