Si hay alguien más alejado del tipo de hombre que cuida su aspecto físico y su vestimenta, ése es Barack Obama. Así lo ha asegurado su mujer Michelle en una entrevista en la CNN, en la que lo ha calificado como "un hombre sin cursilerías".
La nueva primera dama ha relatado la primera impresión que le dio su marido en un despacho de abogados de Chicago, cuyo aspecto no le cautivó precisamente, ya que lo encontró "un poco extraño" y pensó que era "un poco como el típico intelectualoide concienciado".
"El venía del mundo de los trabajadores sociales por lo que, se puede imaginar que su estilo no era el de los banqueros con traje", ha explicado Obama, que considera esa dejadez de su marido en la vestimenta un reflejo de cómo el presidente electo no se preocupa de lo que otros pienses de su apariencia.
"Él no estaba interesado por la moda, sino por los problemas que tenía que tratar. Trabajar para la comunidad era más importante que su apariencia", ha añadido Michelle.
La misma ropa
De hecho, la esposa de Obama considera que, pese a que han pasado muchos años desde aquella época, su marido "ha sido y siempre será un hombre sin cursilerías".
En este sentido, ha desvelado que su marido sigue utilizando las mismas camisas y pantalones que en su época de novios y que algunos de sus pantalones incluso tienen agujeros.
Con todo, ese estilo descuidado finalmente la conquistó.
"Él era divertido, sabía reirse de sí mismo y no se tomaba demasiado en serio. Eta una persona sencilla" , ha concluido.