Unos 1.500 trabajadores de la planta que General Motors tiene en Figueruelas, en Zaragoza, se han manifestado para expresar su rechazo al Expediente de Regulación de Empleo que la compañía quiere aplicar para la totalidad de la plantilla, de 7.500 empleados, durante 17 días a lo largo de 2009.
Los trabajadores de GM han recorrido el centro de Zaragoza hasta la sede del Gobierno de Aragón, y han reivindicado que el nuevo ERE planteado por la empresa establezca las mismas condiciones que el que se puso en marcha hace tan sólo dos meses, y que afecta a 600 trabajadores durante un año.
La manifestación, en la que no ha participado la CGT, tercera fuerza sindical en la compañía, ha transcurrido sin incidentes.
En un manifiesto leído por José Juan Arceiz, el presidente del Comité de Empresa, ha instado a la Dirección General de Trabajo del Ejecutivo autonómico a no aprobar el ERE en los términos planteados por la dirección.
La Dirección General de Trabajo tiene hasta el 2 de enero para decidir si aprueba el nuevo ajuste laboral después de que no se llegara a un acuerdo entre el Comité y la dirección de GM en una reunión celebrada esta mañana.
Arceiz ha declarado que General Motors no "está siendo socialmente responsable" con los trabajadores ni con la sociedad aragonesa, sobre todo cuando las Cortes de Aragón han aprobado recientemente la concesión de un aval de 200 milones de euros para facilitar las inversiones necesarias que garanticen la producción del nuevo Opel Meriva en la planta de Figueruelas.
La dirección de GM ofrece complementar la prestación por desempleo con el 10 por ciento del salario bruto, mientras que el Comité reivindica que, al igual que en el anterior ERE, la suma del complemento y del desempleo alcance el 80 por ciento del salario bruto y el 80 por ciento de la antigüedad de cada trabajador.