El Fondo de Adquisición de Activos Financieros, con cargo al Tesoro Público, ha adjudicado en su primera subasta 2.115 millones, el 42,3% del total de 5.000 millones disponibles, a 23 entidades financieras para que incentiven la concesión del crédito a empresas y familias.
En la subasta de este jueves, en la que las entidades solicitaron 4.562 millones, el fondo ha comprado los activos a los bancos y cajas en operaciones de compraventa dobles, es decir, con pacto de recompra a un interés marginal del 3,150%o, del 3,339%, y con un plazo de vencimiento de dos años.
Según ha informado el Ministerio de Economía, durante los dos primeros días de esta semana, 28 entidades financieras, entre las que podrían estar bancos, cajas de ahorros, cooperativas de crédito y establecimientos financieros de crédito, presentaron 70 ofertas para participar en la subasta y solicitaron 4.562 millones de euros del máximo de 5.000 millones de euros disponibles en la puja.
Sin embargo, después de que los técnicos del Tesoro, el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) estudiaran las 70 ofertas, el Comité Ejecutivo del fondo aceptó 51 de ellas de 23 entidades a las que adjudicó en conjunto 2.115 millones, el 46,31% del total solicitado.
Los adjudicatarios, un misterio
Sin embargo, para conocer cuáles han sido las entidades participantes en esta subasta, a no ser que ellas mismas lo reconozcan, habrá que esperar cuatro meses hasta que el vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, revele los nombres en la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados.
En un principio, las agencias de noticias habían filtrado que La Caixa, la mayor caja de España, había sido una de las adjudicatarias. Aunque sí se ha presentado a la subasta, finalmente estas informaciones han quedado desmentidas.
Según explicó recientemente el secretario de Estado de Economía, David Vegara, la creación del fondo responde a la escasez de financiación interbancaria que, al impedir a las entidades de crédito financiarse en los mercados de capitales, ha desacelerado "significativamente" la oferta de crédito a empresas y familias.