La ministra de Defensa, Carme Chacón, comparece ante el Congreso para informar sobre el atentado del pasado 9 de noviembre en Afganistán, en el que murieron el cabo Rubén Alonso Ríos y el brigada Juan Andrés Suárez. Chacón ha reiterado que España no se irá del país asiático, aunque sí pedirá una revisión de la estrategia militar para corregir errores.
En el ataque también resultaron heridos otros cuatro militares de la Brigada de Infantería Ligera Aerotransportada (Brilat), uno de ellos de gravedad. Chacón ha anunciado que recibirán la cruz al mérito militar con distintivo amarillo y que los dos fallecidos recibirán el ascenso honorífico a título póstumo.
La ministra de Defensa ha recalcado que los militares españoles trabajan para llevar la paz a un país que ha vivido una guerra y que ahora está en "una situación de terrorismo generalizado" lanzada por los islamistas para recuperar el espacio perdido.
Chacón ha explicado que "no existe contradicción entre misión de paz y escenario bélico". La titular de Defensa ha resaltado así mismo que ningún gobierno, ni el de Aznar ni el de Zapatero, han dicho que esta misión fuera a ser "ni fácil, ni breve ni exenta de riesgos".
Chacón presentó el pasado martes la solicitud de comparecencia a petición propia ante la Comisión de Defensa de la Cámara Baja. Es la primera vez que acuda al Congreso para dar cuenta de un ataque contra tropas españolas desde que fue nombrada ministra de Defensa.
Carme Chacón ha explicado los detalles del ataque que se produjo a 110 kilómetros de la base española de Herat y ha señalado que será el juzgado de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional el que se hará cargo de la investigación.
El atentado fue perpetrado por un terrorista suicida con una furgoneta Toyota de color blanco cargada con cuatro proyectiles de artillería gruesa y un cohete de artillería, material que equivale a 30 kilos de dinamita TNT, y 150 kilos de metralla.
Chacón ha explicado que se ordenó al conductor suicida que permaneciera en el arcén hasta el paso de los 31 vehículos del convoy. En un principio obedeció pero al pasar el último BMR, en el que viajaban los fallecidos, se empotró contra él.
Los militares atacados pertenecían a los Equipos Operativos de Instrucción y Enlace (OMLT) españoles que están entrenando a la policía y el ejército afganos. En el convoy viajaban los militares españoles que llevaban meses en Afganistán realizando esta labor y los que acababan de llegar el 26 de octubre.
En ese momento, regresaban a la base de Camp Stone tras hacer noche en el Ejército de Reconstrucción Provincial estadounidense en Farah por la única carretera asfaltada del país.
El terrorista suicida empotró la furgoneta cargada con explosivos contra el último vehículo del convoy militar. La deflagración apenas dejó restos de la furgoneta y de su conductor y desplazó a varios metros de la carretera el BMR español. "Incluso un carro de combate habría sido fuertemente dañado", ha destacado Chacón.
La ministra ha asegurado ante la Cámara Baja que tienen "numerosa información" sobre el grupo terrorista que supuestamente atentó contra los españoles. El suicida, según ha informado, pertenecía al distrito de Shindad, uno de los más peligrosos de Herat.
No al abandono de Afganistán
La ministra de Defensa ha defendido la permanencia de las tropas españolas en Afganistán, ya que la misión sigue teniendo cobertura legal y es necesario para luchar contra el terrorismo.
"Lo que han cambiado son las circunstancias", ha subrayado Chacón, que afirmó que estamos ante "una encrucijada" en la que hay dos opciones: salir del país o continuar.
El abandono de Afganistán supondría, según la ministra, el regreso de los talibanes, una nueva guerra civil y la posibilidad de que Al Qaeda recuperara una "poderosa plataforama". "Lo último que debería hacer un político responsable es abandonar Afganistán".
Frente a la opción de irse está la de "enmendar lo que ha fallado". Para ello, Chacón ha apostado por la afganización del país.
800 militares desplegados y 87 fallecidos
El continguente español en Afganistán está integrado por 778 militares repartidos entre la Base de Apoyo Avanzado de Herat, la Base Camp Stone, sede en esa misma provincia de los dos Equipos Operativos de Instrucción y Enlace atacados el pasado domingo y la Base General Urrutia en Qala-I-Now, sede del Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT) de Badghis.
En total, han muerto en misiones internacionales 144 militares españoles. De ellos, 87 han perdido la vida en la misión de Afganistán que comenzó en 2002 con el envío de las primeras tropas a Kabul. El incidente más grave fue el accidente del Yak-42 que se estrelló en Turquía con 62 militares españoles que regresaban del país asiático.
El continguente español en Afganistán no había sufrido atentados con víctimas mortales desde el 24 de septiembre de 2007, cuando un artefacto activado a distancia con cable mató a dos militares de la Brigada Paracaidista y a su intérprete afgano.