El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acaba de anunciar que en los próximos días se reunirá con el líder de la oposición, Mariano Rajoy, con los agentes sociales, con las entidades financieras y con expertos para preparar su presencia en la cumbre de Washington del 15 de noviembre.
En una comparecencia de prensa en el Palacio de la Moncloa, Zapatero agradeció al presidente francés, Nicolás Sarkozy, y al estadounidense, George Bush, el haber permitido que España esté en la cumbre del G-20, con lo que han "querido comportarse como amigos de España".
Zapatero también apuntó que tanto Sarkozy reclamando la presencia de Zapatero en la cumbre del G-20, como Bush, aceptando la petición de Francia, "han sabido reconocer la realidad de España" y la necesidad de que este país estuviese en el encuentro que analizará la revisión del sistema financiero internacional.
Nuevo orden internacional
El jefe del Ejecutivo ha indicado que tras la cumbre "se abre una nueva etapa y España debe estar desde el principio" porque es la octava potencia económica del mundo.
A preguntas de los periodistas, acerca de la posibilidad de desbancar a Italia del G-8, Zapatero ha matizado que España ha superado en PIB a Canadá pero que "un nuevo modelo implica una nueva metodología y nuevos grupos tras la reforma del sistema financiero internacional".
El presidente del Gobierno ha indicado que, además de la creación de nuevos órganos de supervisión y control de las entidades financieras en todo el mundo, España trabajará por "un nuevo orden internacional, más racional, más equilibrado y más justo" y quiere que la reforma no deje de lado los desafíos del cambio climático ni los objetivos del milenio para superar la pobreza.
Trabajar con Obama
José Luis Rodríguez Zapatero ha explicado que en su conversación telefónica con Barack Obama, le expresó la voluntad de España de trabajar "con fidelidad en los objetivos de las relaciones bilaterales y en los objetivos principales de la comunidad internacional".
Zapatero ha calificado de "muy cordial" la llamada que recibió del nuevo presidente electo de Estados Unidos en la que le transmitió el "sentir profundo" que en España se ha otorgado a su victoria electoral.
El jefe del Ejecutivo ha señalado que la elección de Obama representa una "nueva etapa y una etapa de gran esperanza" y ha adelantado que se reunirán cuando lo permita la agenda del demócrata.
A juicio de Zapatero, la conversación le ha confirmado las actitudes y los principios de Obama, por lo que se ratifica una "etapa esperanzadora no exenta de graves dificultades especialmente por la situación económica".