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La Casa Blanca: ¿hogar, dulce hogar?

  • Los Obama serán recibidos por los Bush en la Casa Blanca el próximo lunes

  • Michelle Obama ya está buscando el nuevo colegio para sus hijas en Washington

  • Una amiga de la familia apunta a que quizá "veamos fiestas del pijama"

  • De momento, la madre de Michelle se mudará a Washington para cuidar de sus nietas

  • En las próximas semanas recibirán un catálogo para decidir la decoración de la Casa Blanca

  • Lo que seguro que tendrá la nueva Casa Blanca es una pista de baloncesto

ANA MARTÍN PLAZA
6 min.

Podrán echarle un vistazo por primera vez el próximo lunes, pero no se mudarán hasta enero. El presidente electo de Estados Unidos y la futura primera dama serán recibidos por los Bush el próximo 10 de noviembre en el 1600 de la Avenida Pennsylvania, en Washington.

Mientras George y Barack de los principales asuntos del país, la crisis económica y la guerra de Irak, Laura y Michelle recorrerán las dependencias de la Casa Blanca, la futura residencia de los Obama, según informa la CNN.

Quizás, ambos tengan tiempo para ir pensando cómo quieren decorar el que será su hogar durante los próximos cuatro años y, sobre todo, cómo pueden conseguir que sus dos hijas, Malia, de 10 años, y Sasha, de 7, puedan llevar una vida lo más normal posible, a pesar de que dejarán de ser las niñas del Hyde Park de Chicago para convertirse en las "princesas americanas".

Una de las amigas íntimas de Michelle Obama, Verna Williams, ha comentado que además de cenas oficiales, "quizá veamos fiestas del pijama en la Casa Blanca", como recoge en su edición de este viernes el Herald Tribune. Según recuerda la CBS, Susan Ford impresionaba a sus amigos con bailes en la Casa Blanca.

Malia y Sasha serán las inquilinas más jóvenes de la Casa Blanca desde la llegada de Amy Carter, con nueve años, a finales de los años 70. Sin embargo, los inquilinos más pequeños que han vivido en la residencia oficial del presidente de los Estados Unidos fueron los hermanos Kennedy, Caroline y John Jr., que llegaron con apenas tres años y menos de un mes de vida, respectivamente, en los años 60. La última vez que hubo una niña fue con Chelsea Clinton, que llegó con 12 años a la Casa Blanca.

El Herald Tribune apunta a que dejar Chicago significará para la próxima primera familia de Estados Unidos desmantelar la envoltura protectora que han construido a su alrededor en los últimos años. 

Pero quienes les conocen creen que optarán por trasladar su mundo de Chicago a Washington en lugar de crear un nuevo círculo. Michelle ha quedado durante los últimos diez años con las dos mismas amigas todas las tardes de los sábados.

La madre de Michelle se mudará a Washington

Sin embargo, para que el golpe sea menos duro, se llevarán a un quinto miembro de la familia con ellos. La madre de Michelle, Marian Robinson, una mujer viuda jubilada que trabajó como secretaria de banca, se mudará a Washington, aunque no ha transcendido si vivirá en la misma Casa Blanca con Barack y Michelle.

Malia y Sasha han pasado muchas horas en los últimos años en el apartamento de su abuela en Chicago, donde se crió su madre, cuando sus padres no las han podido cuidar. Los Obama se han resistido siempre a contratar una niñera y parece que seguirá siendo así.

Lo que tienen claro los Obama es que quieren que sus hijas lleven una vida lo más normal posible. La primera gran decisión al respecto será buscar colegio. Michelle ya ha estado mirando.

Podrían elegir un colegio público, como al que fue Amy Carter, que, sin embargo, no podía salir a jugar al patio en el recreo porque estaba muy cerca de la calle, o optar por un colegio privado como el George Town Day School o el Sidwell Friends School, donde estudio Chelsea Clinton. En Chicago, Malia y Sasha iban a un centro privado, el University of Chicago Laboratory School.

"Creo que veremos al presidente en los partidos y recitales de baile de sus hijas. Será una prioridad para él", asegura Don Shomon, uno de los ayudantes de Barack Obama, según informa el Detroit Free Press

Nueva decoración

Una de las tareas de cada nuevo presidente de los Estados Unidos y su familia será decidir la pintura de las paredes de la Casa Blanca y los muebles. En las próximas semanas recibirán un libro con todas las colecciones de muebles de la Casa Blanca. Podrán elegir entre algunos de ellos o traerse los suyos.

Según explica Kaki Hockersmith, responsable de la decoración de la Casa Blanca en la era Clinton, en un artículo de Judi Ketteler, tendrán que pensar cómo quieren que sea su próximo hogar ya que no hay un protocolo establecido para ello.

Lo que no podrán tocar son la planta baja y la primera, que son las oficiales. La tercera es la planta familiar. Allí podrán reformar lo que hay o crear nuevos espacios. Los Clinton, por ejemplo, montaron allí la cocina familiar.

El Despacho Oval de Obama

Barack Obama tendrá que decidir también cómo decora el Despacho Oval, su lugar de trabajo. Todos los presidentes lo han modificado según sus gustos.

Lo que siempre permane invariable es la chimenea de marmol blanco del primer despacho oval de 1909, el sello presidencial en el techo y las dos banderas detrás del escritorio, la de EE.UU. y la presidencial, según informa la Casa Blanca en su web.

El presidente número 44 de los Estados Unidos tendrá que decidir también qué escritorio quiere. Desde 1880 todos los presidentes, excepto Johnson, Nixon y Ford, han utilizado el escritorio conocido como Resolute, que es el que tiene actualmente George Bush.

La pieza está hecha con las maderas del navío británico HMS Resolute que Estados Unidos se encontró en el mar y devolvió a los ingleses en señal de amistad. Según cuenta la Casa Blanca en su web, cuando dejó de servir, la Reina Victoria se lo regaló al presidente estadounidense Hayes.

El escritorio se hizo famoso por la foto de Kennedy y su hijo John Jr., jugando debajo.

Cancha de baloncesto

La Casa Blanca tiene cine, piscina, sala de bolos, canchas de tenis, etc. Sin embargo, no hay cancha de baloncesto, el deporte preferido del futuro presidente de los Estados Unidos. Barack Obama instalará una. Durante la campaña le confesó al Sports Illustrated que así lo haría si ganaba las elecciones.

La residencia oficial del presidente de los Estados Unidos cuenta también con extensos y preciosos jardines. Incluso, hay un jardín secreto para niños en el que seguro disfrutarán mucho Malia y Sasha. A lo mejor, quien sabe, construyen una casa en un árbol como la que tenía Amy Carter.

Lo que sí que tendrán es perro, como les prometió en su discurso su padre el pasado día 4 en Chicago. Existe todo un debate en internet sobre qué perro debe ser la nueva mascota de los Obama.

Pero todavía falta mucho para el 20 de enero. De momento, la familia Obama pasará este fin de semana en Chicago para descansar y en diciembre viajará a Hawai, donde vivía la abuela materna de Obama, que falleció el día antes de las elecciones. Lo que es seguro es que a partir de ahora podrán cenar los cuatro juntos, después de muchos años en los que las obligaciones como senador de Obama, en Washington, les han mantenido separados.

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