Padecer migrañas puede reducir el riesgo de sufrir un cáncer de mama. Es una compleja asociación de factores a la que han llegado científicos estadounidenses que estudian la incidencia de hormonas en el desarrollo de esos tumores en las mujeres.
No obstante, los investigadores del Fred Hutchinson Cancer Research Center de Seattle dicen que la conclusión no es definitiva.
El estudio, del que informa la BBC, se basa en la relación entre los niveles de hormonas y el cáncer de mama. Dos de las formas más frecuentes de esta enfermedad se ven favorecidas por los estrógenos y la progesterona, las dos hormonas más típicamente femeninas.
La frecuencia de las migrañas también se ve alterada por los niveles de hormonas. Y estos científicos han sido los primeros en estudiar combinadamente las dos patologías.
A las pacientes estudiadas se les preguntó si en algún momento les habían diagnosticado migrañas. Y el resultado es que las que han padecido esos ataques tienen un 30% menos de posibilidades de sufrir cáncer de mama.
El doctor Christopher Li, que ha publicado el estudio en la revista Cancer Epidemiology, Biomarkers and Prevention, concluye que cuando una mujer tiene niveles de hormonas altos (por ejemplo, al estar embarazada), tiene menos posibilidades de sufrir un ataque de migraña pero más de desarrollar un tumor. Y viceversa.