Abandonados a su suerte en medio del desierto. Ochenta emigrantes ilegales subsaharianos han sido encontrados a punto de morir por deshidratación en el desierto del Sáhara. Los ha encontrado al Gendarmería argelina a 90 kilómetros al sur de la ciudad de Djanet, según ha informado el comandante de este cuerpo de carácter militar Hamdi Madani.
Entre los emigrantes clandestinos, de diferentes países de África subsahariana, se encontraban varias mujeres y niños. El grupo había sido abandonado en el desierto sin agua y sin comida por miembros argelinos de una red de tráfico de personas, que se dedican también al contrabando, según la misma fuente.
La mayoría de los ilegales fue ingresada en el hospital de Djanet. Luego han sido trasladados al centro de detención de inmigrantes de Tamanrasset, también en el Sahara, desde donde serán repatriados a sus países de origen.
Madani ha explicado que sólo en los últimos tres meses han sido detenidos 868 emigrantes ilegales subsaharianos en la provincia suroriental de Illizi fronteriza con Níger, donde se encuentra Djanet.
En octubre fueron capturados en esa provincia 415 clandestinos, la mayoría procedentes de Níger y en menor medida de países como Ghana y Nigeria.
La Gendarmería ha detenido en los primeros nueve meses del año a más de 5.400 emigrantes ilegales subsaharianos, en su mayor parte procedentes de Malí y Níger, países del Sahel fronterizos con Argelia.
Del total de emigrantes clandestinos interceptados hasta septiembre, 4.233 han sido repatriados a sus países de origen, mientras que 902 han ingresado en prisión y los restantes 245 han sido puestos en libertad, según los datos de la Gendarmería.