El borde del ojo del huracán Ike ha llegado a las 21.00 del domingo (01.00 GMT del lunes y 03.00 hora peninsular española) a la costa nororiental de Cuba con vientos máximos sostenidos de 195 kilómetros por hora, grandes penetraciones del mar y olas de hasta siete metros, según ha informado el Instituto de Meteorología, Insmet.
El ciclón, de categoría 3 en la escala de intensidad de 5, calificado por las autoridades de "extremadamente peligroso", azota provincias orientales y centrales de Cuba, donde han sido evacuadas de sitios de riesgo más de un millón de personas (el 10% de la población de la isla). Ike se mueve a 20 kilómetros por hora y se prevé que el ojo del ciclón toque tierra a partir de la medianoche local (04.00 GMT y 06.00 hora peninsular española), muy cerca de Punta Lucrecia. La trayectoria se mantiene invariable y barrerá prácticamente la isla de oriente a occidente durante cerca de 36 horas.
El borde del ojo del huracán ha tocado la costa cubana cerca de Punta Lucrecia, en la provincia de Holguín, pero ya antes ha azotado las costas de Guantánamo con olas de hasta siete metros, fuertes lluvias e inundaciones de zonas costeras. El mar ha penetrado hasta 400 metros en Baracoa (Guantánamo), mientras las provincias de Holguín y Las Tunas comenzaban a sentir rachas de viento de 130 kilómetros por hora.
Aguaceros torrenciales y fuertes vientos han acompañado la llegada del huracán Ike a tierra cubana por Punta Lucrecia, en la provincia oriental de Holguín.
En la ciudad de Holguín, fuertes ráfagas de viento han roto ya árboles y han derribado cables del tendido eléctrico, mientras las calles, completamente desiertas, eran inundadas por una intensa lluvia.
Los holguineros habían sentido en la localidad minera de Moa, los primeros efectos de Ike, que provocó penetraciones del mar unos 300 metros tierra adentro, y en Sagua de Tánamo, otro de sus municipios, presentó lluvias intensas y rachas de vientos de hasta 155 kilómetros por hora, según informes locales.
Ese aproximadamente millón de evacuados, junto a largas colas en los supermercados y movilizaciones para asegurar bienes económicos, han dominado el panorama en Cuba, a la espera de que el "extremadamente peligroso" huracán Ike golpeara la isla.
En Haití, Ike ha dejado ya al menos 48 muertos, 13 de ellos niños, por las inundaciones registradas en la localidad haitiana de Cabaret, a 24 kilómetros al norte de la capital haitiana, Puerto Príncipe. Según la primera ministra del país, Michèle Pierre-Louis, la situación es "extremadamente complicada y dramática" y las inundaciones afectan también a gran parte del departamento de Artibonite (norte), del que es capital Gonaives, y donde el agua ha alcanzado los 2,5 metros.
El dato esperanzador es que el huracán ha perdido algo de fuerza y ya se considera de categoría 3. Ha rebajado la velocidad de sus vientos de 215 a 195 kilómetros por hora y conforme se aproxima a Cuba pueden registrarse nuevas fluctuaciones en la intensidad, aunque seguirá siendo un huracán de categoría mayor.
Un millón de evacuados en el oriente cubano
Según fuentes oficiales, están siendo o han sido evacuadas casi un millón de personas: más de 250.000 personas en Camagüey, 143.000 en Santiago, 120.000 en Matanzas, 108.000 en Holguín, 44.000 en Cienfuegos, 35.000 en Guantánamo, al menos 14.000 en Las Tunas y muchos miles más en el resto del país.
En Varadero, primer polo turístico de la isla, unos 13.000 turistas han sido llevados a puntos seguros de ese balneario de la provincia de Matanzas y miles de personas más fueron evacuadas de otros centros turísticos cubanos.
Los vientos huracanados comenzarán a sentirse horas antes de la llegada del ciclón a territorio cubano.
A media tarde, el ojo de Ike estaba en los 21.0 grados de latitud norte y 74.1 de longitud oeste, a 155 kilómetros al este de Punta Lucrecia (Holguín).
Ike se desplaza con rumbo próximo al oeste a 20 kilómetros por hora, con vientos máximos sostenidos de 215 kilómetros por hora y rachas muy superiores.
El ojo del ciclón tiene 41 kilómetros de diámetro y los vientos huracanados un radio de 75 kilómetros, por lo que toda la isla recibirá su azote durante las 36 horas que estará en Cuba, incluidas regiones que nunca han sufrido un huracán de categoría 4.
Graves destrozos en Turcos y Caicos
A su paso por el sudeste de las Bahamas, Ike ha provocado grandes daños en las islas de Inagua y de Turkos y Caicos y el porcentaje de viviendas y edificios afectados varía del 50 al 80%.
Las autoridades locales consideran que no se conocerá con exactitud la magnitud de la devastación hasta el lunes, una vez que haya pasado el ciclón.
Ike atravesará prácticamente toda la isla de Cuba de oriente a occidente y seguirá después una trayectoria hacia el Golfo de México con dirección a Texas, según el CNH.
Fidel Castro habla de "alarma de combate" y Bush declara el estado de emergencia en Florida
El ex presidente cubano Fidel Castro ha afirmado que la isla está en "alarma de combate" ante la llegada, por el este de Cuba, del huracán "Ike".
"Toda la nación ahora está lo que en guerra se llama alarma de combate", indica Fidel Castro en una reflexión difundida en el programa "Mesa Redonda" de la televisión cubana.
Por su parte, el presidente de EEUU, George W. Bush, ha declarado el estado de emergencia en Florida y ha ordenado que se ponga en marcha el dispositivo de emergencia ante la llegada de "Ike", según la Casa Blanca.
En virtud de la declaración del estado de emergencia, el presidente Bush ha autorizado a la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA) a que coordine el operativo que se despliega en estos casos para dar asistencia a la población.
Una dura temporada de huracanes
Las intensas lluvias que se prevé que arroje Ike podrían ocasionar inundaciones y deslizamientos peligrosos de tierra en las zonas montañosas del este de Cuba, en La Española, que comprende República Dominicana y Haití, y en el sureste de las Bahamas.
En la actual temporada de huracanes en el Atlántico (del 1 de junio al 30 de noviembre) se han formado diez tormentas y cinco huracanes.
Los meteorólogos de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de EEUU vaticinaron que esta temporada iba a ser muy activa, con la posible formación de entre 14 y 18 tormentas tropicales, de las que entre siete y 10 podían llegar a convertirse en huracanes.