Un año después de su muerte, Italia recuerda con conciertos, exposiciones y actos solemnes a Luciano Pavarotti, el gran tenor fallecido a los 71 años debido a un cáncer de páncreas y cuya muerte dejó al mundo de la lírica huérfano de una de sus más grandes voces.
La norteña Módena, que le vio nacer, será la que le recordará con más emoción y actividades. En el Teatro Municipal, que lleva su nombre, se tocará la Misa de Requiem de Verdi, que será retransmitida a todo el país por radio y televisión.
El alcalde de Modena, Giorgio Pighi, pretende que la ciudad emiliana se convertirá "en nombre" de Pavarotti en la "capital del bel canto" y ha manifestado que un año después de la desaparición de "big Luciano" la figura "del gran artista ha dado paso al mito de artista eterno".
Pighi, para quien la "inolvidable voz" de Pavarotti "falta" a los modeneses, ha recordado que la ciudad natal del tenor se siente orgullosa del concurso de jóvenes cantantes iniciado por el tenor que se celebra en la misma.
"Es un orgullo que en esta ciudad haya nacido Pavarotti y que le diera la oportunidad para dar sus primeros pasos, que siempre haya permanecido en su corazón y que gracias al Maestro, a sus dotes humanas, de generosidad y solidaridad, Módena sea conocida internacionalmente", ha subrayado el alcalde.
Además del concierto, que se repetirá al día siguiente, Módena también homenajeará a Pavarotti con una exposición fotográfica en el Teatro Municipal titulada "Luciano Pavarotti y Módena".
Se trata de un gran panel de dos metros de altura y 35 metros de largo en el que se exponen las 17 fotografías consideradas más significativas del tenor. La exposición abrirá mañana y permanecerá hasta el 5 de octubre.
Además de Módena, la sureña Nápoles también se ha unido a las celebraciones y en su edición anual de la fiesta de "Piedigrotta" el tenor español José Carreras rendirá el próximo día 7 un homenaje a Pavarotti.
Roma, la capital, no podía faltar a estas conmemoraciones y el ministro de Cultura, Sandro Bondi, abrió el viernes los homenajes con un acto institucional al que asistió la viuda de Pavarotti, Nicoletta Mantovani, y el cineasta Franco Zeffirelli.
Sobre el año vivido tras la muerte de Pavarotti, Mantovani dijo que echa de menos "la felicidad de vivir, la alegría y el amor por los demás de Luciano".
Tras el acto se presentó la exposición itinerante "Luciano Pavarotti, el hombre que emocionó al mundo", que recorre los más de 40 años de trayectoria artística y humana del tenor a través de imágenes, documentos, testimonios inéditos, premios y trajes de escena.
La exposición se abrirá el próximo 16 de octubre en el Complejo del Vittoriano, en la monumental Plaza Venecia de Roma.
Las televisiones también dedicarán homenajes al desaparecido tenor, entre ellas el canal TV7, que recordará asimismo a otros de los grandes cantantes desaparecidos, Lucio Battisti, de cuya muerte se cumplen diez años.
Además de Italia, en otros países también será recordado el "Gran Luciano", el hijo de un panadero del ejército aficionado al "bel canto", que utilizó su fama como cantante lírico para sacar la ópera a la calle con conciertos en parques y estadios, con el objetivo de acercarla a todos los ciudadanos.
Prueba de ello son los famosos conciertos que dio por el mundo junto a los tenores españoles Plácido Domingo y José Carreras, lo que le granjeó las críticas de los puristas, pero que llenaron estadios y lugares monumentales como las Termas de Caracalla de Roma.
Pavarotti utilizó también su fama para organizar conciertos benéficos, entre ellos "Pavarotti y Amigos", que comenzó en 1993, hasta su desaparición. Ese amor por los más necesitados le llevó a actuar con cantantes de música pop, como Elton John, Bono o Zucchero.
Cuando se cumple el primer aniversario de la muerte, parece que el reparto de su fortuna -que tras el fallecimiento enfrentó a sus tres hijas mayores, Lorenza, Cristina y Giuliana, y a su segunda esposa, Nicoleta Mantovani, con quien tuvo a Alice, de cinco años- está solucionado.
En estas fechas no se ha vuelto a hablar del tema y los medios italianos lo que recuerdan es la mañana del 6 de septiembre del 2007, cuando a las cinco de la madrugada se informó de que el tumor ganó la batalla y el gran Luciano abandonaba este mundo en su residencia de Santa María de Mugnano, en las afueras de Modena.
El funeral se celebró el día 8 en la catedral de Módena. En esos tres días, más 100.000 personas hicieron largas colas para darle su adiós, entre ellas el presidente de la República.
Al entierro acudió el por entonces presidente del Gobierno, Romano Prodi, y el mundo de la política, la música y el arte, entre ellos los cantantes Andrea Bocelli, Bono, Zucchero y Jovanotti, la bailarina Carla Fraci y el director Franco Zeffirelli.
La patrulla aérea de las "Flechas Tricolores" sobrevoló la catedral dejando la estela de los colores nacionales, mientras las notas del "Nessun dorma" de la ópera Turandot, de Puccini, le daba el último adiós.