Dos de los niños supervivientes en el accidente de aviación en el aeropuerto madrileño de Barajas preguntaban insistentemente por sus padres mientras eran rescatados del aparato siniestrado.
Una trabajadora del aeropuerto, que se identificó simplemente como María, ha relatado que había atendido en el mismo lugar del siniestro a dos niños, a los que identificó como María, de unos 11 años, y a Alfredo, de 8 años, con una herida en la pierna.
Ambos están en la lista de heridos ingresados en hospitales madrileños: María. A.F., una niña de 11 años ingresada en La Paz con pronóstico grave y en observación, que sufre una fractura abierta de fémur; y un niño, Alfredo A.M. de 8 años ingresado en el Niño Jesús, leve, con sólo una fractura en una pierna.
Auxiliados por el personal del aeropuerto
Este último "estaba muy entero, se quejaba de algunos dolores, pero lo que más le preocupaba era encontrar a sus padres", ha explicado la empleada del aeropuerto, volcada en ayudar a los pequeños.
"María también preguntaba insistentemente por su madre, que identificó como Amaya", ha contado la trabajadora, que ha pedido a los medios de comunicación que "digan el nombre de la madre sirve para que sepan que la niña esta bien".
La empleada del aeropuerto, que acompañó las camillas con los pequeños desde los restos del avión a las ambulancias que los trasladaron ha dicho, todavía conmocionada, que ha estado con ellos "hasta que han ido al Hospital del Niño Jesús y al Hospital de la Paz".
La mujer ha narrado también que, cuando llegaron las asistencias al avión accidentado, una densa columna de humo ascendía de entre los restos y envolvía toda la zona, una vaguada entre matorrales, próxima a la pista desde la que acababa de despegar el aparato.
Otro pequeño de seis años R.A.C. está ingresado en el Ramón y Cajal con pronóstico reservado.