Más de 600 mujeres han sido "liberadas" por la policía de las garras de la la mayor red de explotación sexual de la mafia rusa en España, desmantalada gracias a pruebas como las imágenes del aeropuerto de Barajas, alas que ha accedido TVE.
Las mujeres, que venían a España con la promesa de trabajar de camarereas o cuidadoras, eran recogidas en Madrid por una integrante de la red, una de las 99 personas detenidas en la operación Zarpa. Luego eran forzadas a prostituirse.
José Nieto, jefe de las brigadas de inmigración de la Policía Nacional, explica la coacción que sufren las mujeres inmigrantes si no se someten: "Les dan una paliza en público para que lo vean las que llegan".
Las mujeres ejercían en 26 clubes de Almería.