Durante años, el presunto genocida Radovan Karadzic vivió oculto bajo la identidad de Dragan Dabic, un barbudo naturista dedicado a la medicina alternativa que vivía en un barrio de Belgrado. Pero, ¿existió realmente Dabic?
Pese a que informaciones publicadas por la prensa serbia citando fuentes gubernamentales apuntaban a que era un soldado fallecido en Sarajevo en 1993, Rasam Ljalic, el ministro serbio encargado de la colaboración con el Tribunal Penal para la antigua Yugoslavia, ha confirmado que vive en una localidad al norte del país.
"Hemos concluido que todos los datos del carnet de identidad del ciudadano Dragan Dabic son idénticos a los que figuran en la que utilizaba Radovan Karadzic", ha indicado.
Según Ljalic, el documento del verdadero Dabic, que solo difiere del del presunto genocida en la fotografía, fue expedido en la localidad de Ruma, al norte del país, en 1999.
Dragan Dabic nació en 1942 en la ciudad bosnia de Han Pijesak, es un jubilado, casado y padre de dos hijos.
En sus primeras declaraciones a la prensa, recogidas por la agencia Tanlug, Dabic ha querido dejar claro que este documento es lo único que le une con Karadzic.
Ayuda del régimen de Milosevic
La identidad de Dabic fue adoptada por Karadzic con la ayuda de varias personas que ahora están en el punto de mira de la fiscalía serbia, que ya ha dejado claro que los identificará y castigará.
De hecho, según Bruno Vekaric, un portavoz del fiscal especial de crímenes de guerra serbio, Karadzic obtuvo sus papeles falsos gracias a la ayuda de sus 'amigos' del régimen de Milosevic, que cayó en el año 2000.
En concreto, la identidad falsa fue emitida en Ruma, un pueblo al norte de Belgrado, probablemente con la mediación de Slobodan Medic, un comandante paramilitar ahora captura.
"Quien haya ayudado a Karadzic ha cometido un acto criminal, y lo sabe", ha advertido Vekaric en declaraciones al periódico Vecernje Novosti, donde ha precisado que el presunto genocida empezó su vida paralela mucho antes que el general Mladic, otro de los serbobosnios perseguidos por el Tribunal de La Haya.
Vuelta de los embajadores
Esta detención ha sido el primer paso en la recomposición de relaciones con la Unión Europea, para la que el Gobierno serbio del europeísta Boris Tadic ha dado un nuevo paso al devolver sus embajadores en los países europeos que reconocieron a Kosovo tras su declaración unilateral de independencia.
"Creemos que la vuelta de nuestros embajadores mejorará nuestra posición en esos países de la Unión Europea", ha reconocido el ministro de Medio Ambiente serbio, Oliver Dulic.
"Estamos haciendo todo lo que podemos para lograr el estatus de candidato a entrar en la UE para final del año", ha añadido.