Una niña de tres años ha perdido la vida deshidratada al ser olvidada por su padre en el coche que estaba estacionado a pleno sol.
Los hechos han ocurrido el pasado martes 22 de julio en la localidad francesa de Saint Marcel, en el centro-este del país.
Éste es ya el segundo caso de este tipo en tan sólo ocho días. El primero ocurrió en Pont de Chéruy, al sureste de Francia, donde la semana pasada falleció un niño de dos años y medio falleció en las mismas circunstancias.
El padre de la niña fallecida el martes se llevó consigo a sus dos hijos el por la mañana. Dejó primero al niño mayor en la guardería y luego, por razones que todavía se ignoran, no llevó a la niña a casa de su niñera. La pequeña permaneció en el párking de la empresa donde trabaja su padre durante nueve horas.
El padre se dio cuenta cuando fue a recoger a su otro hijo a la guardería. En ese momento percató de que la niña estaba inerte en el asiento trasero y que seguía atada a la silla, según el relato del sustituto del fiscal de Chalon sur Sane, Thierry Bas.
Jean-Louis Chapuis, director de seguridad pública del Departamento, ha asegurado que ningún elemento objetivo permite explicar este drama, salvo "un gran tiempo de ausencia" del padre, que todavía no ha podido ser escuchado dado su estado psicológico.
Según ha declarado la niñera de la pequeña, los padres estaban muy unidos a sus hijos y no tenían problemas. En la misma línea, los compañeros de trabajo del padre han asegurado que es un "trabajador incansable" y "sin presión particular".
El padre de la niña se encuentra en detención provisional en el hospital de Chalon, donde está ingresada igualmente su esposa, ambos en estado de shock. El hospital también se ha hecho cargo del crío de 5 años.